En 1923-1933 se edificó la obra de más importancia y trascendencia que se haya hecho: la construcción de un canal para tomar parte del líquido que viene del Ojo de Agua. La fuerza del agua se conducirá hacia una turbina que generaría luz eléctrica. Existe hasta la fecha el canal y los restos de las construcciones donde funcionaron las dos turbinas. Esta magna obra que para nada afectó la ecología del lugar, se debió a la visión y empeño de don Manuel M. García (1870-1941), al trabajo, de cientos de peones, al Ing. Juan Garza Morales, Fernando Baldazo, José Guadiana y a carpinteros como Jesús María y Celso Garza Ríos, Jesús Sánchez y a decenas y decenas de nobles manos de albañiles.
El canal que conduce el agua del manantial es una obra benemérita de Sabinas Hidalgo, Grande y discreto a la vez, enraizado el suelo y las rocas. El canal es hijo adoptivo del Cerro de "La Cuchilla", protector del agua, padre, durante algún tiempo, de la luz eléctrica producida por fuerza hidráulica, para el pueblo y embellecedor del lugar a través de la cascada de La Turbina.
En suma, una obra histórica.
La construcción de este canal, los empeños de progreso de don Manuel M. García, las demandas y luchas de los trabajadores, así como la actitud retardaria de los poderosos de Sabinas Hidalgo, es una historia por aparte a escribirse algún día.
Derivado posteriormente del canal del Ojo de Agua es el sistema de agua potable que se estableció en Sabinas Hidalgo a partir de 1946-1948.