Entrevista
Equipo que consiguió la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 1955, de izquierda a derecha: Humberto Mariles, Joaquín D'Harcourt, Roberto Viñals y Jaime de la Garza. |
De lo que rescaté en las platicas y publiqué en La Prensa de Sabinas primera época, poco antes de su fallecimiento el 29 de octubre de 1996, si me lo permiten compartiré de nuevo con ustedes.
Hablar o escribir de un tema que no se domina no es fácil, reconozco, antes que nada, que el error o errores en que pueda incurrir, y si lo hago, es como lo mencioné, resaltar lo hechos, las hazañas de algunos coterráneos, y de la manera más humilde rendirles un homenaje como agradecimiento por el ejemplo que no dejaron en su paso por esta formativa actividad.
El deporte hípico es indudablemente una extraordinaria manifestación de disciplina, uno de los valores principales que el diccionario de la Real Academia de la Lengua describe como relativo al caballo, hipismo es el conjunto de conocimientos relativos a la cría y educación del caballo; y equitación es el arte de montar y manejar bien al caballo.
Como arte o competencia, la equitación fue organizada en el siglo XVI por un italiano llamado Pignatelli, en Nápoles, ingresando a los juegos olímpicos modernos en Estocolmo, Suecia en 1912, concurso hípico ganado por los anfitriones.
Jaime de la Garza convaleciendo en el hospital después del accidente del equipo de equitación es acompañado por Joaquín D'Harcourt, Roberto Viñals y Humberto Mariles. |
Hoy en día se compite en diferentes partes del mundo en torneos muy importantes en este deporte que surgió de la milicia y aristocracia donde brilló intensamente el teniente sabinense ascendido a capitán Jaime De la Garza Guzmán Q.E.P.D., que entre sus incontables triunfos podemos anotar los siguientes: el 28 y 29 de julio de 1951 se adjudicó las copas de plata Enrique Tron y el Lloisi de Larderel, el 29 de octubre de 1953; también ganó el gran premio de la prueba olímpica en diciembre de 1954 en la Feria de Jalisco.
Los trofeos de los triunfos obtenidos son muchos, en una plática informal nos los enseñó con sus respectivas fotografías y logramos admirar una charola de plata otorgada por la Federación Ecuestre Mexicana, además se adjudicó un segundo lugar el 18 de febrero de 1951 en el Hípico Francés.
En 1953 la Secretaría de la Defensa Nacional le entregó 2 trofeos consistentes en caballos de bronce sobre mármol por su destacada participación.
En fin sus triunfos en La Habana, Cuba; en los Panamericanos y Centroamericanos donde ganó medalla de oro, lo mismo en la Copa de las Naciones que tanto nos llenaba de orgullo; él los veía como algo del pasado llegando un servidor a pensar que sólo le interesaba el presente y el futuro y a base de insistencia nos fue comentando algo de su fructífera trayectoria en la equitación.