XIV. ¿Dónde se encuentran actualmente los principales protagonistas?
Celso Garza Guajardo, al parecer el único que fue golpeado, pasó a mejor vida hace ya algunos años. Tras el Sabinazo viajó a la URSS y promovió el movimiento de liberación nacional en diversos países, patrocinado por la izquierda internacional. Posteriormente se convirtió en cronista de su pueblo y puede decirse que tal vez por la experiencia vivida cambió su estrategia, pues con la preparación alcanzada y la labor social que realizó a su regreso a Monterrey, le permitieron colocarse en el aparato educativo del gobierno y desde ahí realizó su labor de cronista e historiador, llegando a ser director de la Hacienda San Pedro y del Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Fue también un gran impulsor de las asociaciones de cronistas y de la publicación de libros sobre la crónica de los barrios de los pueblos de Nuevo León. La medalla “Celso Garza Guajardo”, que premia a los mejores cronistas del Estado, tiene varios años de estarse entregando por sus familiares y la Asociación de Cronistas del Estado de Nuevo León. Indudablemente que el Sabinazo produjo un cambio notable en la personalidad de Celso, antes combativa y luego conciliadora, que ha dejado una imagen positiva de su transcurrir por la vida de su pueblo y su Estado.