X: ¿Pudo haberse evitado el Sabinazo? ¿Por qué?
Como se habían caldeado los ánimos en el pueblo, el choque era inevitable. Los organizadores, conscientes de que su causa era buena, acudieron con toda ingenuidad a la reunión en la escuela Margarito Martínez Leal, a donde se habían llevado los objetos, papeles, libros, cuadros y demás que iban a ser exhibidos, confiados en las promesas que habían recibido de que no serían agredidos. El alcalde, cuando se le preguntó de parte del gobierno del Estado que si era necesario que hubiera elementos del ejército o la policía para que protegieran a los asistentes al festival, contestó negativamente, a sabiendas de que todo se tenía preparado para atacar alevosamente a los asistentes al festival.