Etapas de desarrollo
Nace un barrio y un nuevo desarrollo…
Para quienes tenían “alma de comerciantes” ésta fue una magnífica oportunidad, porque el sitio era el preciso para establecer un comercio, otros, sin pensarlo, se vieron convertidos en tenderos.
Antes de la carretera, casi todos los comercios estaban por la calle Lerdo, pues precisamente por allí era la entrada a lo que hoy es la Carretera, por esa calle estabn los establecimientos de gasolina de don Gorgonio Ruiz, donde está el patio de la escuela Teresa R. de García estaba un restaurant que era de Chepo Morales, el café de don Eloy Mireles (por la misma calle), en un jacalón largo, el café de doña Micaelita… en los años treinta, estaban también los cafés de don Casimiro Alejandro, de don Aurelio Pérez y de un señor Cepeda.
También en ese tiempo se abrió el restaurant Royal del profesor Amado Villarreal, que también fue hotel… aunque la historia de este negocio empieza algunos años antes, allá por 1928, cuando el profesor Amado y su esposa tenían un tendajo de frutas y abarrotes ubicado a dos cuadras al sur de donde se encuentra el restaurant Royal actualmente, en contra esquina de donde se encuentra la carnicería Padilla).
Con el paso de la Carretera, los transeúntes solicitaban a doña Celsa (esposa del profesor Amado) los alimentos ya preparados, así es que ella les prestaba la estufa que tenía en su casa (que también era tendajo) para que cocinaran las cosas que allí mismo compraban. Tiempo después aquel matrimonio compra el terreno donde se encuentra el restaurant y allí se establecen, para entonces, doña Celsa preparaba los alimentos y los servía en una mesa larga que acomodaron en el nuevo local, la demanda era mayor, así es que tuvieron que poner más sillas, más mesas, más variedad de platillos, hubo que darle más formalidad al lugar… así en 1930 nace el Restaurant y Hotel Royal, posteriormente empiezan a llegar los transportes Del Norte, años después los Frontera y los Flecha Roja.
Con el paso del tiempo el Café Plaza se convirtió en Restaurant “La Fogata” (1982) (años antes fue depósito, luego taquería y después pizzería), el hotel Plaza que empezó a funcionar en los años cincuenta y desde 1985 se llama Motel La Quinta, y el Salón Sepúlveda se ha transformado en una zapatería.
Hubo tantos y tan diferentes lugares y todos con una historia de por medio, que hablar de ellos sería interminable, por eso sólo me limitaré a recordarlos: la todavía existente panadería de don Lucio Reyes, el Café Sabinas de don José (hoy del señor Acevedo), el Café Bohemio, la vulcanizadora de don Leodegario Hinojosa, el Café Monterrey de don Salomón Montemayor, la carnicería del señor Padilla, el taller de vestidos de don Antonio Villarreal y doña Carlota Acevedo, el consultorio y botica del doctor Martín, el taller Nuevo León, la carpintería de Baldomero Treviño, la frutería de los hermanos Castillo, la tienda de Ruiz Hermanos, La Nacional, la Mueblería Garza, la frutería del señor Castellanos, la Terraza Sabinas, el negocio de los hermanos Cobos, el lavado de carros de don Mario Ruiz, el Hotel México, el Hotel Alamo, el Café Tampico, el Café Powers, las cantinas de buen trato y gusto “Paso del Norte” y “El Parral de Yayo”, además, la Casa Alicia, la fábrica de vestidos de don José Mireles, la tienda de don Guadalupe Villarreal, la de Garza Hermanos y cuantas otras que escapan a la memoria… todos estos lugares están guardados en la memoria de tantas personas y cada uno de ellos formó parte del entonces nuevo desarrollo económico de Sabinas Hidalgo, desarrollo que naciera y creciera aceleradamente, gracias al paso de la Carretera.
Sabinas Hidalgo requería más escuelas durante esta época y la Carretera fue el barrio indicado para que ésta naciera, así este barrio empezó a tomar forma y cultura y durante la época cardenista se inauguró la escuela primaria federal llamada tradicionalmente escuela de la carretera, luego “Bonifacio Salinas Leal” y después “Venustiano Carranza” en la actualidad esta escuela cuenta con 300 alumnos aproximadamente y una planta de 15 maestros, nació también en ese tiempo la plaza que hoy se llama “Venustiano Carranza”, pero que por mucho tiempo se conoció como “La Placita nueva”, ésta empieza a tomar forma durante 1945, siendo alcalde don Encarnación González por mucho tiempo la “Placita nueva” lucía sola y triste, pues la gente la veía muy lejana y además lo común era pasear por la plaza principal.
En esta misma cuadra se creó en 1960 el salón campesino y por el mismo tiempo y rumbo inicia la construcción del Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, siendo párroco el presbítero Pedro Morales Mondragón, la obra de construcción de la iglesia ha sido difícil debido a su gran magnitud, “levantarla” a base de donativos y actividades voluntarias no ha sido cosa fácil… actualmente, el párroco es el presbítero Héctor Viejo Mireles (sabinense) y la construcción ha avanzado en un 80%, el Templo tiene capacidad para muchas personas y además tiene gran espacio en su atrio y eso permite que ahí se realicen eventos artísticos y deportivos de la misma iglesia.
Hacían falta más centros educativos en Sabinas Hidalgo, así es que en 1934 y siendo gobernador del estado el licenciado Pablo Quiroga y director general de educación el Profesor Ciro R. Cantú, fue fundada la escuela secundaria “Profr. Antonio Solís”, ubicada en la calle Gregorio Ramírez a una cuadra al oriente del tramo de la Carretera.
Así es que desde el nacimiento del barrio en 1930 hasta los años sesenta, éste presenta un alto grado de desarrollo económico y cultural.
Una nueva etapa, transformación
Todo está sujeto a cambios y llegó el momento en que la carretera debía cambiar, desde su construcción, había sido angosta, pero ya en los años sesenta, no era suficientemente útil, por la gran cantidad de vehículos que por ella circulaban, así es que a partir de 1966, se empezó a trabajar hasta lograr que la carretera, fuera más ancha, el puente también se reconstruyó, a fin de que pudieron circular sin problemas dos autos a la vez, (de ida y vuelta).
Esto motivó mucho a los vecinos de aquel barrio quienes pensaron que las cosas no podían seguir igual, ya que ahora el tramo de la carretera era mejor, por lo tanto los negocios deberían estar también en mejores condiciones y algunos de ellos quizá más grandes.
Empieza entonces a transformarse el barrio, transformación que no ocurrió de la noche a la mañana, sino en forma gradual; en los años sesenta, mejoraron su aspecto algunos negocios, como “La 85” (negocio que nació en 1956=, y nacieron otros como: la carnicería “El Pariente”, la papelería “El Alamo”, la joyería Rizzi, Super Ibarra, entre otros, en ese tiempo fue muy popular na arena de box, instalada en el tramo de la carretera (donde hoy está Pollo Bonanza, frente a La Cadena).
Los años sesenta marcaron también el inicio de un nuevo templo católico, el más grande hasta ahora, el Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, nace también la casa del campesino y por estar frente a la plaza “Venustiano Carranza”, ésta empieza a tener un poco más de vida, sin embargo es hasta 1975 cuando en el kiosco de la misma plaza, se coloca la segunda biblioteca municipal, esto hace que la placita nueva, sea visitada con frecuencia, sobre todo por niños.
Durante los años setenta y ochenta, surgen nuevos sitios, en los setenta por ejemplo, el “Don Luis”, el restaurant Ancira (fin de los setenta), “El Palenque” que al principio fue un restaurant con variedad en el que se presentaban cantantes como Manolo Muñoz (hoy es discoteque) la arena de box cambia de lugar, pero sigue en el barrio, ahora en el local que ocupan el Hotel México, inicia también una academia de judo, llega al barrio una imprenta a la tienda del profesor Gandhi y Clarita, por cierto que en ésta aparte de invitaciones sociales y trabajos comerciales, se encuadernaban las tesis de los normalistas sabinenses.
En 1973 se instala el primer semáforo en la carretera, en ese tiempo era alcalde el profesor Arturo Solís y obtener el permiso para instalarlo fue difícil, ya que éste ocuparía un tramo federal, después de algún tiempo de pláticas y papeleo, se consiguió el permiso y el semáforo se puso sobre la Carretera Nacional y la calle Bernardo Reyes.
En los ochenta nace el restaurant “Los Jacales”, tienda Conasupo, Pollo Bonanza, La Michoacana, Pollo Loco, Video Club Sabinas y Centro Comercial Plaza Larralde, entre muchos otros.
En 1984 es remodelada la plaza “Venustiano Carranza” y a finales de esta década empieza a circular transporte urbano por la carretera y por algunas colonias de la ciudad.
Así es que la etapa de transformación del Barrio, a mi criterio, nace con la ampliación del tramo de la Carretera Nacional, ocasionando esto notables cambios en el aspecto comercial y social de Sabinas Hidalgo, y ocurre entre los años sesenta y hasta los ochenta aproximadamente.
Época de transición
Los años noventa, nuestra época actual, es para mi barrio, una etapa de transición, pues cuando todo marchaba de maravilla, cuando muchos comercios crecían y el barrio de la carretera se desarrollaba aceleradamente, hubo algo que desanimó a muchos y convenció a otros tantos que pronto llegaría el fin de este barrio: la construcción de la autopista Monterrey-Nuevo Laredo.
Se empezó a trabajar en el proyecto a partir de noviembre de 1989 y entonces los vecinos del barrio se preguntaban ¿afectará esto nuestro ritmo de vida?, la pregunta era razonable, la autopista aunque sería de pago, desviaría a muchos transeúntes, pues el recorrido sería más corto y más cómodo, la nueva carretera y no pasaría por aquel lugar y esto ocasionaba temor a muchas personas, sobre todo a aquellas que pensaban que la carretera daba vida a Sabinas.
Muchos negocios empezaron a disminuir su nivel de ventas, otros lamentablemente tuvieron que cerrar sus puertas, todo había empezado a cambiar… las grandes y largas filas de carros que se veían los fines de semana de regreso para Monterrey o Laredo, ya no eran tan largas, el semáforo de la Carretera Nacional y Bernardo Reyes, empezaba a dar abasto nuevamente como si fuera cualquier día de entre semana, ya no era común ver esa muchedumbre de gente de paso, los viernes por la tarde o los sábados por la mañana, indudablemente las cosas empezaban a cambiar con el nacimiento de la autopista.
A pesar de eso hubo quienes siguieron trabajando igual que siempre, como si nada hubiera pasado, porque el barrio no podía ni debía morir, este barrio en un principio daba vida a Sabinas, pero hoy Sabinas le da vida al barrio y lo vemos diariamente cuando la gente espera cerca del semáforo el camión para trasladarse al trabajo, cuando pasan las señoras a comprar mercancía a las tiendas, cuando las familias salen por las noches a caminar por el tramo más céntrico o a respirar aire puro en la plaza “Venustiano Carranza”, cuando pasan las jovencitas en sus bicicletas y los jóvenes en sus cuatrimotos, cuando se reúnen en la paletería de la esquina, cuando todos salen a “dar la vuelta” el fin de semana, cuando salimos a cenar en familia, cuando los señores se reúnen por la mañana en el café, cuando vamos a ver los aparadores en la zapatería, o a ver que vestidos nuevos hay en las tiendas, en fin, notamos de tantas formas que nuestro barrio, es uno de los que más actividad tiene. Ciertamente, con la creación de la autopista han cambiado algunas cosas y van a seguir cambiando, pero quienes piensan que eso va a ocasionar la muerte del barrio, están en un error; un barrio no puede morir por esa causa y menos cuando está formado por gente trabajadora, ingeniosa y entusiasta.
Estamos pasando indudablemente por una época de transición, una época en la que muchos se encuentran a la expectativa, desconcertados, sin saber qué hacer, ni qué pensar, ante un futuro que parece incierto.
Afortunadamente, la mayoría de los vecinos del barrio mantienen una actitud positiva, actitud que mucho ayudará a seguir dando vida a la Carretera, a crear cosas nuevas y bonitas, para que siga prosperando y para que siga siendo como hasta hoy, el barrio más dinámico de Sabinas Hidalgo.