Orígenes

Historia de Sabinas Hidalgo

El Real de Santiago de las Sabinas es consecuencia de cuatro hechos históricos de la colonización de la región norte del Nuevo Reino de León:

  • La lenta y difícil penetración hacia el norte después del río de las Salinas, y la Sierra de Picachos. Dominios de los Cuanales y los Alazapas, respectivamente.
  • La fundación de los Tlaxcaltecas de San Miguel de Aguayo (Bustamante) y el descubrimiento de las minas de San Pedro Boca de Leones en 1689, lo que dio origen a un auge económico y consecuentemente a una expansión de los centros de población hacia esta zona, en la cual se interesaron los principales personajes de la época, entrelazándose sus bienes y sus propiedades.
  • La necesidad que tenía el criollo de mediana posición de encontrar acomodo en un solar propio, fuera del tremendo monopolio de tierra que en torno de los lugares ya establecidos tenían selectos grupos de jefes de familia o autoridades eclesiásticas.
  • La existencia de un Ojo de Agua que proporcionaría de manera permanente el preciado líquido para la vida y, muy seguramente que la corriente del río era en aquellos siglos mas permanentemente que en la actualidad.

El valle que tenía como vistosos atalayas las sierras de Picachos, la de Santa Clara y la que después se llamaría Minas Viejas, ya había sido codiciada para pedirse en merced por algunos de los primeros pobladores de Monterrey, tal hecho queda demostrado por la ventana que el capitán Nicolás Ayala hizo el 20 de marzo de 1699, de 24 sitios de ganado mayor al Licenciado Francisco de la Calancha y Valenzuela, dichos sitios que el capitán Ayala vendió al Licenciado de la Calancha ya habían pertenecido a su padre el capitán José de Ayala y correspondía a una merced otorgada por el Ayuntamiento de Monterrey que gobernaba al Nuevo Reino de León por la muerte del Gobernador don Martín de Zavala.

Esta merced había sido confirmada por el Capitán José de Ayala en 1665 por el Gobernador General León de Alza; los linderos de tales sitios eran los siguientes: “Que empiezan desde la bajada de la cuesta de Picachos, corriendo a orillas de la sierra, hasta dar con el arroyo que llaman de Las Encinas, y baja de la sierra de Potrero, que llaman del Oro, y de ahí en adelante lo que alcanzare, a las Sabinas, camino y habitación de los indios Alazapas, que cae a la parte Norte, hasta unos ojos de agua, que están en el llano, frente a unas lomas que están de ellas como dos aguas”.

Los Ayalas, pobladores de zonas alrededor de Monterrey, no lo fueron en cambio de este valle. Hacía falta un motivo mayor que el poseer la tierra para fundar una población al otro lado de la sierra de Picachos. Hubo de pasar poco más de dos décadas de confirmación de la merced del Capitán José de Ayala para que “en el camino y habitación de los indios Alazapas” se erigiese una población de españoles, criollos, mestizos y castas.

El auge que trajo consigo el descubrimiento de las minas de San Pedro Boca de Leones, prolongó la exploración minera hasta las sierras que rodean el valle, pasando a través del cañón, motivándose por los beneficios del Ojo de Agua, el asentamiento de una población de operarios mineros y de labradores.

El Licenciado Francisco de la Calancha y Valenzuela, el General Ignacio de Maya, el General Pedro Echevers y Subiza, el Sargento Mayor Antonio López de Villegas, el General Antonio Fernández Vallejo, y el Sargento Mayor Pedro de la Rosa Salinas, fueron algunos de los primeros dueños de todas las tierras donde se fundó el Real de Santiago de las Sabinas. “Que empiezan desde la bajada de la cuesta de Picachos” y llegan hasta “el desembocadero del río Sabinas y corriendo por levante por dicho río paso de la laja y río Salado y por el poniente el potrero de los Loros”.

De 1692 a 1714 las propiedades en el Real de Santiago de las Sabinas estaban en manos fundamentalmente de estos personajes:

  • El Licenciado Francisco de la Calancha y Valenzuela además de su hermano el Capitán Pedro del mismo apellido; el Licenciado de la Calancha y Valenzuela era Presbítero y Comisario del Santo Oficio de la Inquisición.
  • El General Ignacio de Maya Administrador de los bienes del Marqués de Aguayo, vecino de Santa María de las Parras y la Hacienda de Patos (General Cepeda, Coahuila).
  • El general Pedro Fermín Echevers y Subiza, hermano del Gobernador Marqués de Aguayo y yerno del General Ignacio de Maya, Administrador de los bienes de este último.
  • El Sargento mayor Antonio López de Villegas activo minero, ganadero y comerciante del Nuevo Reino de León. “Quien entró en 1696, procedente de San Luis Potosí, con una cuadrilla de mineros de tierra afuera, que se compondrá de más de 300 personas. Con ellas funda hacienda de beneficio en dicho lugar (Boca de Leones) y en el Real de Sabinas, esta última una de las mejores que hay en este Reino”.
  • El general Antonio de Fernández Vallejo, importante figura política quien fungió varias veces como Teniente de Gobernador del Nuevo Reino de León.
  • El Capitán Blas de la Garza Falcón quien era propietario de pequeñas propiedades y el cual a su vez usufructuaba parte de las tierras del General Fernández Vallejo.
  • Don Mateo de Lafita y Berri propietario de algunas tierras tanto sobre la banda norte como sur del río y cuyos hijos con el tiempo habrían de comprar las propiedades del General Antonio Fernández Vallejo.

El primer poblador del Real de Santiago de las Sabinas lo fue en 1692 el Licenciado Francisco de la Calancha y Valenzuela “como consta en las mercedes que tengo presentadas y así mismo certificar que tengo el poblado de dicho valle ha tiempo de 18 años mi labor como hacienda de beneficiar metales de plata en que he interesado a su Majestad y a imitación otros que después poblaron mediante de ser yo el primer poblador y descubridor”.

Dicho testimonio consta en los documentos de composición que para legalizar sus propiedades ante las autoridades virreinales presentaba el 10 de abril de 1710 el Licenciado de la Calancha y Valenzuela, exponiendo, las mercedes y linderos que alegaban como suyos desde tiempo atrás, y los cuales se podían sintetizar de la siguiente forma:

  • Treinta y cuatro sitios de ganado mayor y cuatro caballerías de tierras compradas al Capitán Nicolás Ayala.
  • Una merced compuesta por un sitio de ganado mayor, un sitio de ganado menor y cuatro caballerías de tierra, con saca de agua en el nacimiento del Ojo de Sabinas, con asiento de molino y cuadrilla. Merced dada por el Gobernador Pedro Fernández de la Ventoza el 22 de febrero de 1692.
  • Merced otorgada por el Gobernador Juan Pérez Merino el 20 de diciembre de 1693 consistente en un sitio de ganado mayor, un sitio de ganado menor, y cuatro caballerías de tierra. Esta merced correspondía a su hermano el Capitán Pedro de la Calancha y Valenzuela.

De la primera merced únicamente se hacen válidos doce sitios de ganado mayor, ya que una parte de las tierras que se amparan con dicha merced estaban “de la otra banda del río de las Sabinas por estar estos terrenos poblados por mercedes, aunque modernas, por no hacerlas perjuicio a los dichos que están poblados, que son del General Pedro Echeverz y el General Antonio Fernández Vallejo”.

Aceptando finalmente propiedad sobre catorce sitios de ganado mayor, tres de ganado menor y ocho caballerías de tierra que “se empezaron a medir desde los linderos de las tierras del Sargento Mayor Don Antonio López de Villegas, que fue citado y empezó desde un punto que llaman las Piedras Coloradas, Cerro de los Picachos, debajo de estos linderos quedaron enterrados los sitios referidos con sus caballerías de tierra, con sus entradas y salidas, aguajes y abrevaderos, incluyendo debajo la población de dicho señor comisario, y por lo que mira a la calidad de dichas tierras, son muy montañescas y de pocos aguajes, por lo que mira a la labor que tiene en beneficio, es muy buena aunque se ha abierto a punta de hacha por haber visto los troncos de los chaparros cortados; así mismo certifico por público y notorio que fue el primer poblador de las Sabinas y luego los demás.

La fecha de fundación del Real de Santiago de las Sabinas se obtiene por las siguientes referencias:

  • A) De los documentos que amparan las propiedades de los primeros pobladores, o.
  • B) De referencia que después en los documentos oficiales se van asentado.

Así por ejemplo el Licenciado de la Calancha y Valenzuela alegando antigüedad y derecho del primer poblador expone en 1710 “que tengo poblado dicho valle ha tiempo de 18 años” o sea en 1692, correspondiendo la fecha seguramente a merced que le otorgaba el Gobernador Pedro Fernández de la Ventoza. Más la fundación del Real como tal, es decir de una población minera, se sitúa en tiempos del Gobernador Juan Pérez Merino, en 1693, coincidiendo esto con la afirmación que hace lo propio de la Calancha y Valenzuela al testimoniar en el citado documento que “a su invitación entró con esta parte el General Ignacio de Maya y luego los demás”.

Hay que distinguir dos tipos de poblaciones originales entre 1692 y 1693 en el Real de Santiago de las Sabinas. Por una parte el Licenciado de la Calancha y Valenzuela como primer poblador concentró a los trabajadores en su hacienda de labor que sería después la Hacienda de San Francisco Javier y luego la Hacienda Larraldeña.

Por otra parte la población minera que tomó auge a partir de 1693 con la actividad del General Ignacio de Maya y de su yerno el General Pedro Echeverz y Subiza que se situaron en la banda norte del río de las Sabinas. Se reconoce como año de fundación el de 1693 pues en los documentos oficiales de 1731 a 1836 se hace referencia aludiendo a tal año.

La solicitud que el General Ignacio de Maya hace ante el Gobernador Pedro Fernández de la Ventoza para que se le otorgase una merced de dos sitios de ganado mayor y cuatro caballerías de tierra en el río de las Sabinas marcaba las siguientes referencias: “de la una y otra banda, donde más cómodo fuere y por potrerillo como legua y media de dicho río, como quien va a cabeza de víboras, a mano izquierda y unas lomas largas, basas, por el otro lado ojito de agua…como un carrizalejo” lo pide, “por las noticias que se me dieron del descubrimiento de las minas que se han hecho, intitulado Nuestra Señora de San Juan y Boca de Leones viene a las dichas minas en consideración de haberme parecido la calidad de los metales pretendo poblarla por hallarme con los avíos necesarios y adherentes, mulas y todo los demás anexos para lo cual solicito fundar un molino de agua”

Esta solicitud fue resuelta satisfactoriamente al General Maya, marcándosele a partir de la banda norte del río. La merced está dada el 3 de febrero de 1692.

Por tradición se ha pensado que la fecha exacta de fundación del Real de Santiago de las Sabinas es el 25 de julio, día del Apóstol Santiago, Santo venerado por los militares españoles, razón por lo cual al asentar la población minera en 1693, los generales Ignacio de Maya y Pedro Echeverz y Subiza denominaron a la naciente población minera, del Santiago en honor de su Apóstol, de las Sabinas por la gran cantidad de estos árboles que existen junto al río. Mas la verdad, por otra parte, es que no puede absolutizarse históricamente una fecha pues el poblamiento del Real fue consecuencia de la actividad económica, del auge minero de la época y como tal no hubo una fundación solemne. El nombre de Santiago dado a muchos pueblos, aldeas y ciudades fue una costumbre de los españoles extendida desde el Bravo hasta Patagonia.