Sí señor, cómo olvidar aquel domingo 24 de agosto de 1986 en la mañana, si la selección Sabinas Hidalgo llegaba a la meta, al ganar el tercero de la serie a Veracruz por 6 carreras a 3, apoyados por más de 4 mil espectadores que se dieron cita a temprana hora en el parque “Profr. Daniel Guadiana Ibarra” para asegurar sus lugares, donde el equipo local convirtió el escenario en una sucursal del manicomio.
Con las pilas bien cargadas, la porra sabinense fue primera en llegar iniciando moderadamente su labor: “Buenas tardes te saluda, la porra de Sabinas, deseando buena suerte y que gane el mejor”, para seguirle “pi pi pa pa po po miren a las gradas quien llegó, es Sabinas en acción con su porra de beisbol”. La algarabía subiendo de tono: “Miren a quien les traemos aquí, igual que un ramo de flores, al equipo de Sabinas con sus mejores jugadores”. Y a todo lo que da: “Se oye un ruido, ¿Que será? Un avión ¿Que traerá? Una carta ¿Que dirá? Que Sabinas ganará, Sabinas, Sabinas, Sabinas, a la bim boM bá” y más de 20 diferentes cánticos de animación entre entrada y entrada, como lo marca el reglamento.
Celebración de Sabinas Hidalgo con su trofeo de campeón.
Mucho influyó, la platica motivacional que sostuvieron el manager y coach con ellos y estuve presente, al responder en grande el bateo, a la altura de las circunstancias el fildeo. de igual forma la batería formada por el zurdo Reynaldo Sepúlveda tirando strikes y Sergio Guajardo González mandando las señas a su pitcher y recibiendo la lumbre que mandaba el zurdo a a goma.
Rafael de Llano con un hit oportuno y un cuadrangular encabezó el ataque que fueron básicos para abatir a los jarochos, quienes les comprobaron de qué estaban hechos y a que venían a este torneo al ganarles el primero de la serie y quitarles la etiqueta de invencibles.
Haciendo buenas las últimas palabras de sus entrenadores “Quien empieza con determinación, termina con satisfacción” desde la primera entrada Sabinas Hidalgo manifestó su deseo, por obtener el máximo galardón del evento anotando 3 carreras, inaugurando el marcador Juan Carlos Cervantes, que se adueño de la primera almohadilla con hit al jardín izquierdo, Jorge Garza lo imitó partiendo el diamante en dos, Celso Carrera Casso manda con imparable al plato a Juan Carlos para la primera anotación y después Rafael De Llano hace su aparición para remolcar otro par y dejar el score 3 carreras a cero.
Entre entrada y entrada las manifestaciones a favor del equipo local opacaban por mayoría a las brindadas por un grupo lógicamente menor a favor de Veracruz.
Al continuar, en la quinta Sabinas Hidalgo aseguró el encuentro con tremendo batazo de cuatro esquinas de Rafael de Llano, después Reynaldo Sepúlveda recibió pasaporte, Juan Pablo Ibarra y Hugo Flores fueron out tirándole con todo; Oliver Treviño inicia otro ataque con sencillo para su lado, el izquierdo para bateador derecho, ganándole a la pelota; lo imitaron Juan Carlos, Jorge y Celso para para producir dos más y sumar 6, por 3 de sus oponentes que nunca abandonaron la lucha anotando dos en la tercera y la restante en la quinta.
El nombre de Sabinas Hidalgo pronunciado por las porras se levantó de tono, alcanzando su máxima expresión en decibeles al cerrarse la sexta entrada que los marcaba como triunfadores absolutos de la justa.
Una ola humana inundó el parque cuando el equipo daba la vuelta al cuadro con el trofeo obtenido, que creo todavía se conserva en la sala de fotografías, banderines y reconocimientos de la Liga Pequeña de Beisbol Sabinas Hidalgo A.C., inaugurado dos años después, cuando el manager campeón fue presidente y su servidor ocupó la tesorería, de lo que hay mucho por hablar y escribir, por supuesto aparte.
Familiares, amigos y hasta extraños abarrotaron las puertas de acceso para felicitar a los nuevos campeones nacionales quienes realizaron un recorrido a bordo de su autobús denominado “Paloma Blanca” por las principales calles del pueblo, y con sus vehículos particulares completando “El Gallo” Los directivos de la liga encabezados por su presidente Don Aléctor Ruiz Cavazos y el coordinador general del certamen Profr. Gilberto Hernández Garza.
No podían ni debían faltar los padres de familia, familiares y amigos más gente del pueblo y el resto de los dirigentes Roberto Flores García, secretario; Oziel Ruiz García, tesorero; Ing. Francisco Sáenz Sandoval, agente de jugadores; que en su tiempo me proporcionó mucha información y copias de papelería manejada por él; José Hilario Vázquez De La Torre, coordinador de la categoría pequeña y pilar en la organización del evento y único superviviente de aquel equipo de trabajo totalmente voluntario; además, Juan Manuel Montalvo Jasso, coordinador de la división Moyote; de muy gratos recuerdos también, el coordinador de la Pony Profr. Benito López Valadez y el coordinador de la categoría menor Lic. Oscar Luis López Pérez, que junto a quien esto escribe y encargado de la promoción y publicidad disfrutamos del jolgorio que culminó ese día con una comida posterior a la ceremonia en la presidencia municipal.
Integraron el equipo campeón: Rafael De Llano Chavez, Sergio Guajardo González, Juan Pablo Ibarra Hernández, Celso Carrera Casso, Hugo Flores Valle, Reynaldo Sepulveda Mascorro, Jorge Eduardo Garza Gutiérrez, Juan Carlos Cervantes Cantú, Ezequiel Sánchez Viejo, José Leonardo González Landín, Oscar Ruiz Garza, Argel Moisés Gutiérrez Villarreal, Oliver Treviño Valle y Rodolfo Garza González; manager, Ing. Oliver Treviño Villarreal y el coach Profr. José Juan Ibarra Villarreal.
Ceremonia de premiación del campeonato.
Poza Rica recibió un merecido reconocimiento a su esfuerzo que culminó con el subcampeonato.
La nota del triunfo publicada en El Porvenir de Monterrey.