El primer juego nocturno de basquetbol se llevó a cabo en 1939 en la cancha de la Escuela Manuel M. García, gracias a la gentileza de Don Eleazar Cavazos quien prestó unas lámparas de gasolina que gueron colocadas en los tableros.
Los porticipantes fueron Sombrerería Alameda de Monterrey, Nuevo León quien obtuviera un quinto lugar nacional y, obviamente, la selección Sabinas Hidalgo.