La palabra arqueología tiene su raíz etimológica en dos términos: αρθνεοσ que significa viejo o antiguo y λογοσ que significa ciencia o tratado. El arqueólogo profesional trata de reconstruir el pasado en forma sistemática, con la esperanza de contribuir a una mejor comprensión de la historia del ser humano.
El arqueólogo trabaja regularmente en excavaciones, desenterrando en forma sistemática las ruinas antiguas, mediante la remoción de la tierra, de escombros o de otros materiales sobre puestos a través de los siglos. Al lugar donde realiza sus trabajos se denomina sitio y que es la unidad especial más pequeña que estudia un arqueólogo. Mientras que a las cosas que localiza les llama artefacto que puede ser cualquier objeto producido o utilizado por el ser humano a través de la historia.
El grupo de excavadores, deben alterar lo menos posible la situación física de un lugar. La aptitud de un arqueólogo no se determina en realidad en lo que pueda hallar, sino en cómo lo halla y con qué cuidado lo extrae debajo de la tierra, con la intención de conservar mejor la evidencia del pasado del ser humano.
Una excavación arqueológica puede ser el resultado del azar o de una labor a propósito. En algunos casos, el arqueólogo se da cuenta que un sitio fue descubierto por acciones de la naturaleza o por alguna actividad humana desarrollada en una cantera; ya sea porque se sospecha de los rasgos existentes en el relieve geográfico: un montículo de piedras, árboles o matorrales o algún diseño inesperado registrado en fotografías áreas, por alguna indicación en algún documento antiguo, por la ayuda de aficionados o lamentablemente por ladrones o buscadores de tesoros.
Un buen arqueólogo debe comenzar, por realizar un estudio detenido de la historia natural y humana del sitio, buscando los indicios de una antigua presencia humana, para luego registrarse en un plano. Las etapas del trabajo arqueológico son varias, entre las que destacan:
- el decidir donde se va a excavar
- realizar una exploración de prueba
- levantar las capas de los depósitos de tierra, dividiendo el sitio el cuadros de un metro cuadrado
- registrar todos los artefactos y restos orgánicos localizados hallados en el sitio
- tomar evidencias fotográficas de cómo se encontraron los artefactos
- limpiar los artefactos, repararlos y clasificarlos para su conservación
- el material se traslada a un laboratorio de investigación
- se analiza y fecha el sitio
- se presentan hipótesis de trabajo
La finalidad de la Arqueología, es cuidar en todo lo posible las piezas de alguna cultura del pasado. Se deben fotografiar en su posición original, se enumeran y etiquetan con los datos generales. Es importante buscar en las depresiones de los lugares, de las casas, canteras y los dibujos en los muros de la roca. Si se trata de una tumba, poco antes de mover el esqueleto, se anotan los artefactos que acompañaban al difunto.
Los arqueólogos tratan de reconstruir las culturas del pasado más lejano y de la prehistoria. Lo encontrado puede clasificarse de la siguiente manera:
- el material con que fue hecho
- la forma del objeto
- el tipo de decorado que tiene
El término Componente, se refiere a todo lo que aprende el arqueólogo acerca de los modos de vida del pasado, mediante es estudio del nivel del sitio. En el esquema de la Cultura Occidental, se denomina Fase a una serie de componentes o de fases sucesivas que se denominan Secuencias.
El Cronista debe saber que todo arte prehistórico se divide en dos:
- arte mueble, que es aquel que no está fijo en el muro o en la pared y que se realiza en materiales como piedra, marfil, hueso o arcilla
- arte rupestre que es que está pintado en muros o cuevas y en el cual se utilizaron pinturas minerales como el carbón, el ocre, sangre de drago y que fueron aplicados en dedos, palos o tampones.
Como en muchos de nuestros municipios existen muchos testimonios de petrograbados o petroglifos, debemos saber que ellos fueron hechos con una intención estética, que era la de decorar o agregar un trazo artístico a una de las paredes rocosas, que pueden ser representaciones religiosas o mágicas o como ritos para propiciar cosas buenas.
Lamentablemente en estos tiempos se tiene que hacer mucha labor de la llamada arqueología de emergencia, que trata de salvar la evidencia de culturas del pasado que están amenazadas por el crecimiento de las zonas urbanas y de infraestructura para brindar diversos servicios a las mismas.
Para la conservación del pasado es urgente detener la destrucción sistemática de nuestro patrimonio arqueológico, arquitectónico, cultural e intangible. Los días de la arqueología para aficionados también se están acabando, gracias a los esfuerzos de varios gobiernos o de instancias culturales, debido a que se han destruido para siempre evidencias o componentes que nos podían hablar de cómo vivían nuestros antepasados.
Existen en nuestras entidades, delegaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia. De hecho, la delegación Nuevo León encabezada por el historiador y cronista Héctor Jaime Treviño Villarreal ha entregado nombramientos de custodios honorarios del patrimonio cultural de nuestros pueblos.