En la semana anterior escribí sobre el castigo que aplicó doña Teresita a la maestra Juanita de la Cruz cuando era adolescente, que cortó las ramas a un rosal injertado muy fino importado de un país lejano.
Como hemos dicho en relatos anteriores que Don Manuel tenía gente que lo estimaba y admiraba, pero como en todas partes pasa que estos grandes hombres también tienen sus enemigos, contrarios a su visión o a su persona como la siguiente historia que escribo.
Alguien me platicó que en esos tiempos la leche se envasaba en botella de un litro de vidrio con un tapón de cartón encerado, que se colocaba en la boca de la botella y tenía un borde de vidrio para que no se fuera hacia adentro este tapón.
En la casa de Don Manuel terminando de consumirse la leche, lavaban los envases y los ponían en la ventana, para que la persona que entregaba la leche recogiera los vacíos y dejara el entrego. En cierta ocasión se dice que los litros de leches fueron destapados y por el temor de ser sorprendido no los cerró bien; cual sería la sorpresa al encontrar al gato de la casa muerto, dándose cuenta de esta manera que habían puesto un brebaje o veneno en la leche. De ese incidente nunca se supo el autor del que quiso hacer daño a la familia García Rivera y al final el pobre gato pagó el pato.
En otro escrito narrado por otra persona, escribí que venía el carro de Don Manuel en cierta parte entre el camino de Villaldama y Sabinas y que alguien disparó con intenciones de matar a Don Manuel, hiriendo al chofer; aquí tampoco se supo quien fue quien disparó ni el nombre del chofer de nuestro personaje.
Para que tengan una apreciación de los tiempos que se vivían recién llegado Don Manuel de Honduras, relató lo siguiente: El presidente del "sistema de agua de los vecinos", era un líder llamado Máximo Guadiana, que convocaba y a un grito de él, reunía a más de cien hombres montados y armados y se dirigían a la calle Ocampo a insultar a Don Manuel, gritándole viejo tal por cual, barbas de chivo, por cuestiones del agua de los vecinos. Independientemente que este hombre fue quien le prestó el dinero para que emigrara a Centroamérica.
Otro que tenía problemas con Don Manuel era Don Carlos Morton Ancira, que vivía en la casa de los Morton, enfrente de la casa de Don Manuel; presidente del "sistema de agua de la Hacienda Larraldeña y la Floreña", también por cuestiones de agua.
Regresando a Honduras a Progreso, Yoro y la región, los mestizos productos del español y el indio y aun los indios puros, todos ellos le tenían gran respeto a Don Manuel, los cuales tenían la creencia que Don Manuel tenía ojos en la espalda o que tenía pacto con el diablo, porque todos los que habrían tratado de asesinarlo por la espalda no lo habían logrado. Todo esto dicho por diferentes personas de Honduras.
Mucho agradecería a toda aquella persona que posea fotografías y anécdotas en pro o en contra relacionadas con Don Manuel M. García, favor de dirigirse a los Tel. 242-22-98 o al correo electrónico juan-morales-garza1@hotmail.com con el Sr. Juan Morales.