Cargamos nuestras pertenencias además nos regalaron manojos de salvia, de Chile piquín seco, quesos de cabra y un caudal de recuerdos chuscos que probablemente o difícilmente podemos llegar a vivir en otra ocasión, todos regresamos contentos y continuaron las bromas sobre cazar un burro en lugar de un oso, y el caso de la panocha perdida, Chevo preguntó espero que ninguno haya almorzado panocha porque vamos con los vidrios cerrados a consecuencia del frío
Esta crónica, es un reconocimiento de amistad y hermandad para todos los que asistimos a esa cacería, y a esta fecha en el mes julio de 2010, lamentamos la perdida física de nuestros compañeros Ildefonso Villarreal y Eusebio González .
Nota del cronista:
Cuando mostré el borrador de esta crónica a mis amigos que almorzamos los domingos en el Restaurante Rubio de la avenida Madero al oriente frente al Parque Fundidora, la nostalgia invadió a José Bautista, Gilberto Garza Vielma y Rubén Soto, pero también hubo risas de alegría, como si esta crónica fuera del momento a pesar de haber transcurrido ya 47 años.
El hoy Profr. José Bautista Ortiz, aclara, Mario te olvidaste del veliz verde moteado que llevó el hoy Profr. e Ing. Rubén Araujo Medina cuyo contenido eran los libros de texto del segundo año de la escuela Normal por algo los llevó, no puedes, no debes olvidar que Rubén por algo fue el primer lugar de nuestra Generación. “Complacido Pepe”.