Se fue, al igual que se nos han marchando en estos últimos años muchos de los participantes del pueblo
Se fue, al igual que se nos han marchando en estos últimos años muchos de los participantes del pueblo
Se marchó el jueves 2 de junio por la mañana, el mismo día en que terminaron de imprimirse en Monterrey las últimas páginas de Semana. Por la tarde, en igual momento llegaba a Sabinas Hidalgo el cortejo fúnebre de la directora del periódico y el paquete de la última edición de Semana. En la casa de Mina y Matamoros se realizaba, entre lágrimas, el trabajo de siempre: doblar, engrapar, sellar y distribuir el periódico y allá en la carretera, daba comienzo el velorio y la llegada de todo el pueblo viejo a dar el pésame a los familiares su propio pésame.
Sin desmayo el periódico circuló ese mismo día, al igual que el legado civil de Doña Josefina Valadez de Mascareñas, se incorporaba al patrimonio de Sabinas Hidalgo. Su trabajo, constancia, bondad, gratitud y humanidad para hacer el bien pasaban al acervo de las mejores tradiciones de esta aldea que vio llegar a la familia Mascareñas Valadez en 1939.
Muchas cosas fue Doña Josefina, enfermera, trabajadora social, promotora cultural, periodista y ciudadana entusiasta. Activísima en todo, aun de su edad y su salud. El sello de su acción era el bien común, la tranquilidad y al progreso humanitario. De todo lo que en vida realizó por los demás, ha quedado el ejemplo a seguir. Tal será nuestra gratitud a su medio siglo de servicios a nuestro pueblo.
Por eso el adiós a Doña Josefina está lleno de esperanzas. Es un adiós evocando el bien, un adiós lleno de fortaleza espiritual, pleno de amor a la vida de cariño por Sabinas Hidalgo, tal y como ella y muchos viejos sabinenses fallecidos nos lo enseñaron.
Adiós Josefina la esperanza es ahora nuestra.
6 de junio de 1988.