Todo lo que pueda suceder dentro de la razón o lógica lo llamamos probable.
La probabilidad no obedece al azar, a la suerte o casualidad, menos a caprichos.
Lo que sí es probable, es que nosotros realicemos actos que provoquen reacciones y no nos deben sorprender los resultados.
En la Liga Pequeña de Beisbol Sabinas Hidalgo, con todos sus aciertos y algunos errores con altibajos en lo deportivo y lo que usted quiera, la filosofía no ha cambiado: formar buenos ciudadanos; sigue siendo prioridad.
Ejemplos hay muchos, lo lamentable es que la memoria no es la misma porque el tiempo no perdona, por eso anotamos lo que está a la vista, ya que es la única manera de registrar el hecho.
Precisamente el domingo 13 de agosto fui testigo de varios de ellos en el recorrido rutinario por la Unidad Deportiva “Aléctor Ruiz Cavazos”.
Primero el ex-campeón nacional 1986 Rafael de Llano, ahora jardinero izquierdo de los Tiburones, conectó 2 sencillos y un jonrón para producir 5 carreras; ellos derrotaron a los Cerveceros, donde milita otro egresado de la Liga Pequeña, Jesús Mario “La Maravilla” Hernández, y fue el único en conectar de jonrón para su equipo.
También en lo deportivo y en la misma Liga, mi ahijado Juan Ángel Serrano Román, ex campeón nacional 1980, con su brazo venció al líder del torneo Cachorros de Bustamante.
Para variar, Hugo Flores Valle, campeón nacional pee wee 1986 encabezó la ofensiva de su equipo, Los Nenes, conectando 4 jonrones en el parque “Profr. Daniel Guadiana Ibarra” para destronar a los Tigres.
Y para concluir, en lo social, Amaniel Sánchez Viejo, extraordinario pelotero, también graduado de la Liga infantil local, observando algunas necesidades de la organización donde él brilló como niño y ahora como adulto, no lo pensó dos veces, y las cubrió, donando unas lámparas con características técnicas que no puedo describir, pero sí sus buenos sentimientos, producto de su formación en una familia integrada, característica de mi pueblo Sabinas Hidalgo, Nuevo León.
La moraleja es: Si sembramos buena semilla, obviamente recogeremos extraordinaria cosecha, porque todo es causa y efecto.
Fotografías: cortesía Profr. Mario A. Hernández C.