A Enrique Martínez Garza
No te pude cumplir, tío Quique,
no pude cumplirte el gusto.
Quise juntar las ramas del árbol
en una tarde cualquiera de agosto,
reinaugurarnos con lazos ancestrales
que tejieron María y Enrique.
Pero no pude cumplirte el gusto.
Querías ver la constelación actual
antes de romperse más estrellas,
porque el cielo inicial se oscurece
y es difícil contarlas en una sola noche.
No pude cumplirte el gusto,
no pude juntar las ramas del árbol
ni contar en una noche las estrellas.