El insólito desplome del campanario de la Catedral de Linares, Nuevo León, ocurrido el 15 de junio, puso a pensar a las autoridades del INAH en la entidad, quienes ya realizan inspecciones.
El insólito desplome del campanario de la Catedral de Linares, Nuevo León, ocurrido el 15 de junio, puso a pensar a las autoridades del INAH en la entidad, quienes ya realizan inspecciones.
La preocupación por el estado de conservación de los templos antiguos del estado es grande, porque la mayoría de ellos carece de mantenimiento adecuado o medidas correctas de restauración.
La prioridad se centra en los templos de Santiago, los dos templos de Doctor Arroyo, la Capilla San Elías en García, la antigua Catedral de la Virgen de Guadalupe, incluso la de San José de esta población, que inició su construcción en 1709 y concluyó alrededor de 1757.
Al revisar la iglesia de San Miguel Arcángel, en Bustamante, las autoridades en la materia del INAH encontraron la necesidad de una buena impermeabilización en todo el templo en calidad de urgente.
Aunque el colapso está descartado en el recinto religioso que resguarda al Señor de Tlaxcala desde 1784, a quien se le venera cada 6 de agosto, es muy importante sostener el mantenimiento que una construcción de sus características amerita.
Una lluvia de 15 minutos que cayó el sábado 21 de junio puso al descubierto algunas grietas a pesar del extremo cuidado del padre Ernesto Bernal Cruz; no se descarta el peligro de deterioro por el alto grado de humedad que guardan sus muros, opinó Francisco Aguilar Moreno, Jefe de Inteligencia y Resguardo de Bienes Culturales.