Había en un pintoresco pueblo ya hace algunos años un hombre que era muy popular, su nombre Don Juan, un personaje muy querido por todos en el lugar donde el vivía, la razón por la que era tan apreciado esta persona residía en que era muy rico, vamos, no sólo rico sino muy dadivoso, a los ciudadanos de todo el pueblo entero ayudaba Don Juan, a la iglesia, a las escuelas, a la presidencia municipal era tanto el cariño que el pueblo le tenía que el párroco de la iglesia ya sabía que cuando iba alguien a bautizar a un niño se llamaría Juan, luego otro nombre, pero siempre primero Juan, los alcaldes del pueblo cuando iba a venir de visita el gobernador decían, que lo reciba Don Juan era como un agradecimiento en honor a tanta ayuda que el hombre aportaba en bien de los ciudadanos, él daba todo a cambio de nada, muchos o casi todos se beneficiaron de la bondad de Don Juan…
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