Como recuerdo con todo detalle
De mi barrio aquella calle
Por entonces del Centro callejón
En otra era llamado “La Calle de la Estación”
Pero calle Allende siempre fue para mí,
Se ubica donde nace el querido callejón
Largo y sinuoso como socavón
Que de la acera norte la vista
Solo alcanza hasta la esquina
De Lerdo la intersección
Mas de la acera sur, tres cuadras es la extensión
Que se divisa a calle traviesa
Teniendo de fondo el Pico de Minas Viejas.
Aunque abarcar la calle sea limitado
A la vista, por su trazo serpenteado
Corto no es, pues alcanza su extensión
De Porfirio Díaz hasta la puerta del Panteón,
Distancia considerable pues sus cuadras
Como antiguas son bastante largas
Por ser la segunda que asentaron
Cuando el Real de Santiago fundaron.
Iglesia, salones, cines y demás
Siempre música y bullicio había
Y en las noches me arrullaba tal algarabía,
Y de mañanita despertaba sin haber salido el sol
Al tañer de las campanas que llamaban a oración.
Centro Histórico mi barrio que comparte
Mi recuerdo también con el colindante
Y señorial barrio del “Aguacate”.
Recuerdo cuando era niña jugábamos sin parar
En la cuadra sombreada por gigantesco nogal
Y la acequia de vecinos junto al río
Donde nace la Allende, a la cuadra del caserío.
Hoy en día el progreso y la modernidad
Han cambiado aquella rumorosa tranquilidad
Pero gracias a un gobierno sensato en su autoridad
Rescató tu provinciana fachada colonial.
Es así que puedo repetir el verso que mi alma evoca:
“Barrio confesor de mis congojas