Para un ángel entre los hombres.
El abuelo es aquel gran hombre que lleva plata en su pelo y oro en su corazón. Aquel gran hombre que con una mano hizo el mundo y con la otra me lo entregó. El único gran hombre que sonríe si me siento en sus rodillas. Al único gran hombre que le daría un beso a cambio de su cambio chico. Aquel gran hombre que me compraba nieve a escondidas. Aquel gran hombre que visita amigos y enfermos aún cuando él también lo está. Aquel gran hombre que se llevaría nuestros secretos con él. Aquel gran hombre con el que compartiría mi vida siempre. Aquel gran hombre que hace cosas por la gente con remitente anónimo. Aquel gran hombre que tiene la creencia de que los números no ganan batallas, cree que la fe lo puede todo. Aquel gran hombre cuyo único vicio es escribir, borrar y volver a empezar, Aquel que tiene alas para volar muy lejos, pero prefiere quedarse a mi lado, aquel gran hombre que al tenerlo todo prefiere darlo a quien lo necesita, aquel gran hombre que opacaría al más grande y aún flaquito y exquisito, vencería al mayor gigante. Un gran hombre de respeto, recto, con virtudes, no tiene defectos. De anteojos y manos suaves, que comparte mi gusto por el Gatorade. Aquel gran hombre que a espaldas de mi abuelita me prestaba el carro.
Mi ángel, mi luz, mi vida, mi desvelo. Mi abuelo.
Deseándote que te recuperes…
Tu nieta que te ama, Melissa Yamilett Pérez López.
Nunca te voy a dejar.