Miento
Miento al decir que te creo
porque ayer que te llamé
te vi ambular por los vientos
dando flores de papel.
Miento al decir que te creo
porque ayer que te llamé
te vi ambular por los vientos
dando flores de papel.
EL DÍA DE MUERTOS no es un día que pueda provocar miedo o angustia, como podría pensar la gente de otros países. Mi madre va con cierta frecuencia a visitar las tumbas de nuestros deudos en Sabinas Hidalgo. No sólo es costumbre esperar los primeros días de noviembre en que el pueblo de México visita a sus muertos para recordar, para volver a vivir lo que se fue hace tiempo, sino que distintos espacios del año son buena ocasión para acompañarlos.
MAMÁ MARÍA ERA el núcleo de las reuniones en la numerosa familia de Eneas. Todas las celebraciones, fueran con el motivo de Navidad o Pascua, de Año Nuevo o Día de las Madres, giraban en torno a la figura matriarcal de Mamá María. Bondad y sabiduría, las mejores herramientas para mantener la atención de todos los elementos, eran el fresco regocijo de la descendencia. Al iniciar la llegada al punto de reunión, tomaba origen un desfile de hijos, nietos y bisnietos, que deseaban hacer notable su presencia ante ella con el tradicional abrazo y el beso en la mejilla. La ciudad de Matamoros era, por tradición, la sede de dichas reuniones, en donde Mamá María radicó después de haber dejado su tierra natal, Sabinas Hidalgo.
Paulino Garza Cisneros vivía en Timones
cuando alzó su vuelo al valle de los muertos.
Una luna llena lamía el cultivo de algodón
y las aguas efímeras
de un arroyo incipiente.
Los arbustos abrieron paso a ojos traicioneros.
Sólo huellas de traición quedaron sobre el pasto
y el eco transfigurado
volando hacia el cosmos.
Angélica, prima hermosa,
prolongación de la bella Alicia,
blanco fruto del pueblo donde nace sangre
que nos deja vivir en estos siglos,
casi nunca hay tiempo para hablar de nosotros
o de nimiedades
o del trabajo o de nuestros hijos
(ya con hijos, blanca prima).
Ya no te quiero
como te quise
pues alguien dice
que casi muero.
A Armando Martínez Garza, In Memoriam.
DICIEMBRE ES UN MES inapropiado para morir. No es un mes que simboliza la muerte, sino el origen de la vida, según la creencia religiosa de la familia. La noticia hizo su aparición durante el mes de diciembre, mil novecientos setenta y cuatro. Tío Humberto murió en un accidente automovilístico. Mis ocho años de edad eran insuficientes para asimilar los hechos, digerir la noticia de la muerte, comprenderla. Lo que pude comprender fue que el hombre que tenía suficiente parecido físico con mi madre, el hombre que llegaba hasta las puertas de mi casa cada mañana para bromear con su voz sonora y crear una atmósfera agradable con su optimismo, ya no venía como antes en búsqueda de grata convivencia. Los suaves golpes en la puerta de la casa llegaron a transformarse en eco, sonido que aún perdura en este tiempo.
No Rosario Castellanos,
nunca Rosario Ferrer,
con Elsa Cross es querer
tener la luna en mis manos.