Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño Villarreal

Sabinerías

Sabinerías

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealBarrios

En Nueva York hay barrios para todos: de negros, italianos, portorriqueños, judíos… y hasta para los ¡borrachos!, ese barrio es el de Bowery.

¿Porqué será?

El nombre de miércoles dado al cuarto día de la semana, se aplicó en honor a Mercurio, que fíjese usted, era nada más y nada menos que el dios del comercio y de los… ¡ladrones! Escrito lo anterior sin ánimo de ofender a nadie.

Esquelas

En las esquelas mortuorias de Bolivia, en lugar de la forma habitual de anunciar el fallecimiento de una persona, se escribe: "Juan Pérez se quedó indiferente" y tienen razón, pues no hay nadie más indiferente que un cadáver.

Exámenes

Corría el 29 de mayo de 1927 y la Academia Comercial Josefa A. Pérez de Sabinas Hidalgo, efectuó los exámenes profesionales de fin de cursos.

En esa ocasión presentaron arduas pruebas de mecanografía, taquigrafía y teneduría de libros Agustín González, Amalia Cuellar y Salvador Durán.

El evento se desarrolló con gran solemnidad en el local del establecimiento, bajo el siguiente programa:

1º L’Argentine. Fantasía mazurka, pieza ejecutada en el piano por la señorita Teresa Almeida.

2º Examen de Mecanografía

3º Il Bacio; pieza a cuatro manos ejecutada en el piano por los niños Emma Escamilla y Roberto de los Santos.

4º Examen de Taquigrafía.

5º Golondrinas yucatecas, a dos voces y con acompañamiento de piano por las señoritas Teresa Almeida, Aurora y Diamantina Garza.

6º Examen de Teneduría de Libros.

7º Amor et printemps, pieza a cuatro manos, ejecutada en el piano por las señoritas Diamantina Garza y Lidia Mireles.

8o. Canto al Maestro, por la señorita Amalia Cuellar.

9º. Valse Brillante, pieza ejecutada al piano por la señorita Teresa Almeida.

Eran otros tiempos, cuando los exámenes eran públicos y en este caso se incluían números artísticos; es de notar la actuación del que fuera gran pianista y concertista sabinense Roberto de los Santos, quien tuviera sonados triunfos en Nueva York, Cd. de México y muchos otros lugares, recordamos además su columna sobre música y compositores en el Periódico El Porvenir el diario decano del regiomonte.

¡Aplauso increíble!

El aplauso más largo en la historia de la humanidad lo recibió el tenor Plácido Domingo, después de su interpretación de Otelo en Viena, Austria, hace ya algunos años. El aplauso duró más de una hora y veinte minutos y en ese tiempo el telón se alzó 101 veces.