El nombre de nuestra ciudad se origina en la abundancia de Sabinos, que tanto en el lecho del río, como en sus orillas, majestuosos sacuden sus penachos al empuje de los vientos huracanados, siempre los contemplamos imponentes y solemnes, su corteza llena de arrugas y figuras, y sus raíces abultadas nos daban cuenta de su fortaleza.
Nos eran tan familiares que nunca pensamos que un día podíamos perderlos para siempre; hoy en día están muriendo, la prolongada sequía que azota a gran parte del país, les ha hecho mucho daño, no hay agua en el río los mantos freáticos están agotados, por las acequias no corre el cristalino líquido a gritos piden ayuda.
Continuará
Profr. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista de la Ciudad