Todos los humanos estamos conscientes de que un día tendremos que rendir cuentas de nuestro paso por esta vida, cuando llega el momento de hacer balance surgen los recuerdos y es cuando los familiares, los parientes y los amigos, con honda cuita, mencionan anécdotas y vivencias placenteras de la convivencia con el ser que se va para siempre.
Para nosotros el Prof. José Antonio Santos Durán fue: un compañero con un amplio sentido de la lucha social, cuando en su inquieta vida llegó a hacerse cargo de la Dirección del Periódico “La Prensa, Segunda Época” le abrió las páginas del órgano informativo, a todo aquel que tenía algo que decir: tanto aceptaba una queja, como el reclamo para alguna Autoridad por la no solución de algún problema, o por alguna injusticia cometida; también le daba cabida a las réplicas y colocaba a los protagonistas, en equilibrio, como en una balanza; le interesaban las cuestiones deportivas y culturales, y andaba siempre a la caza de algún comentario de índole político, para desmenuzarlo y despertar la participación de todos los que se sentían con derecho de ser tomados en cuenta; por ningún motivo le daba cabida a un anónimo, ya que consideraba que al hacerlo era como darle una puñalada por la espalda a la persona aludida.
Habiéndose titulado como Maestro de Enseñanza Primaria, se especializa en la rama de la Química y la Física y muy pronto su vida la hace trabajando en Segunda Enseñanza; incursiona en la vida política desempeñando diferentes encargos; en su afán de servir a su pueblo se convierte en Comandante de Policía, desde donde imparte correctivos y justicia, podemos asegurar que en su vida realizó todos los oficios que le permitieron reivindicar su vida y subir los peldaños de la escala social.
Después de una larga y penosa enfermedad, estando siempre al cuidado y atenciones de su Sra. Esposa Gloria Quiroga de Santos y de sus hijos, expira, dejando una estela de buenos recuerdos y yéndose seguro de haber cumplido su misión en este mundo.
Nosotros le rendimos pleitesía al compañero y al amigo, que supo ser solidario con las aspiraciones que todo hijo de Sabinas tiene para su pueblo, diciéndole: Descansa en Paz Toño, tu misión está cumplida.
Prof. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista de la Ciudad
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo