La Revolución reveló la grandeza del pueblo mexicano, todos aquellos que sentían el yugo de la opresión y que sabían que sus libertades eran conculcadas por los más poderosos, se alzaron en armas y fueron a dirimir en el campo de batalla sus diferencias ideológicas; muchos quedaron tirados en el lugar de la contienda y sus nombres y sus historias fueron olvidadas.
Para tratar de hacerles justicia; por el suelo Patrio se levantan algunos monumentos al Soldado Desconocido y les rinden pleitesía en ocasiones especiales.
Nosotros nos proponemos rescatar del olvido los nombres de aquellos sabinenses, que aún son recordados por sus familiares y que tienen testimonios de su entrega a la causa de la Patria.
Hay un soldado que el 16 de noviembre de 1912 se dio de alta en el ejército, formando parte de los Regionales de Coahuila, al mando del General Benecio López.
Como todo joven idealista, se inicia en la lucha armada como soldado de infantería y fue participando cada día en diferentes hechos de armas y por su valor y osadía se le fueron confiriendo diversos cargos: fue soldado raso. luego Cabo, después Sargento Segundo, luego Sargento Primero.
Como su participación en la lucha armada era notable y se echaba a ver su don de mando y bizarría posteriormente fue ascendido a Sub-teniente, Teniente y al final llegó a ser Capitán Segundo de Caballería.
Llegase el tiempo de dejar las armas y en el año de 1916 obtuvo una honrosa baja del Ejército Mexicano.
Volvió a su hogar cubierto de honores el Capitán Segundo de Caballería CANDELARIO BERNAL RODRÍGUEZ, y vivió al lado de los suyos por muchos años.
Tiempo después recibió de manos del Comandante General Ramón F. Iturbe la condecoración y el permiso de usar la medalla de la "Legión de Honor Mexicana", por servicios prestados a la Patria.
Descanse en Paz, un soldado de Honor.
Profr. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista