Sombra es una palabra compuesta cuya etimología es latina. Viene de “sub umbra”, la cual significa literalmente “debajo de una sombra”. El verbo asombrar está relacionado con sombra. Tiene el prefijo “a” el cual denota una aproximación. Originalmente asombro tenía que ver con sacar a alguien de lo obscuro, exponerlo a la luz o sorprenderlo. Por eso también se relaciona con asustar, espantar o admirar. Asombrar entonces sería dejar a alguien bajo su sombra o protección. Lo contrario a asombro es aclarar, iluminar o alumbrar. De sombra vienen otros substantivos como sombrero y sombrilla. Si una persona influye en otra o está bajo su tutela se dice “hacer sombra”. Cuando hace resolana buscamos una sombra para protegernos de la radiación solar. En la penumbra es fácil ver sombras que deambulan por las habitaciones de nuestra casa. Se dice que una persona no es “ni siquiera la sombra de lo que fue” para referimos a tiempos pasados de gloria. A Javier Solís se le conoció como el “Señor de las Sombras” debido al tango argentino de “Sombras nada más”. Un boxeador cuando hace golpes al aire se dice que está boxeando con su sombra. Y es más, un consejo popular sostiene: “No dependas de nadie en éste mundo, porque hasta tu sombra te abandona cuando estás en la obscuridad”.
Seguir leyendo