¿Vas a venir temprano mañana? Sí, te lo prometo. ¿Me crees? Sí, pues entonces júramelo; te lo juro. ¿Llegarás temprano hoy? Sí, palabra, palabra de honor.
Palabras y juramentos, frases que no son solo malabarismo de voces, sino expresión de un sentimiento arraigado en la conciencia. Hace ya tiempo, la palabra del hombre valía, no había necesidad de constancias notariales, ni testigos, ni nada; tan sólo era necesaria la palabra, porque en ese entonces la palabra era ley, en ocasiones por ella se llegaba hasta al duelo a muerte.
Hace ya tiempo el faltar a la palabra de honor era un estigma; sin embargo hoy el faltar a la palabra parece deporte; ésta ya no tiene validez, ésta ya no responde a las virtudes que en un tiempo tuvo.
La palabra ha ido descendiendo, debido al tiempo problemático que nos toca vivir, una época donde los valores éticos están por el suelo. Algunos países tienen muy arraigado el sentimiento hacia la palabra y el juramento. "I am citizen" yo soy ciudadano y basta la palabra para cruzar la frontera. "Jura usted decir la verdad, sólo la verdad y tan solo la verdad". Basta lo anterior para que le crean, pero si usted miente entonces cae en perjurio. Sólo recordemos que los altos valores espirituales no se compran con dinero. "Júrenlo", "Palabra de Honor".
Pero así está el mundo y éstas son "Nuestras Cosas".
Hasta la próxima.