A ellos hay que darles nuestra alegría, porque ellos perpetuarán nuestra memoria.
A ellos deberemos guiarlos porque ellos se encargarán de que nuestros nombres no pasen al olvido.
A ellos les debemos dar lo mejor de nosotros, pero dejándolos ser ellos.
A ellos debemos darles nuestro amor, mas no nuestros pensamientos.
A ellos deberemos de cuidarlos, pero no sobreprotegerlos, porque los haremos dependientes.
A ellos deberemos transmitirles los valores, pero respetando también sus ideas.
A ellos debemos enseñarlos a ser generosos con los que menos tienen.
A ellos debemos decirles que por la felicidad que traen, estén agradecidos y que soporten con valor las espinas del dolor.
A ellos hay que enseñarles a escuchar, porque nosotros los escuchamos.
A ellos hay que persuadirlos de que se levanten cuando caen, a pesar de que duela la caída.
A ellos hay que enseñarles a luchar hasta alcanzar los sueños y tocar las estrellas.
A ellos debemos darles lo mejor, pero dejándolos ser ellos y ¿quiénes son ellos? Ellos son nuestros niños.
Pero así está el mundo y éstas son "Nuestras Cosas".
Hasta la próxima.