El viernes 20 de enero de este 2012, llegó a su culminación una telenovela titulada “Dos Hogares” y esto trajo a nuestra memoria aquellos hogares de nuestra infancia, cuando la caja mágica de la televisión no llegaba a la masa popular, cuando lo que sí existía, eran aquellos voluminosos radios de bulbos y que cuando uno de éstos se calentaba, se iba el sonido y había que esperar a que el bulbo se enfriara y así poder recuperar la señal.
En aquel entonces no había telenovelas, lo que sí estaba era la radionovela, donde había que darle cuerpo, forma y color a los personajes valiéndonos, para lograrlo, únicamente de nuestro pensamiento.
Como el lobo de Asis, Porfirio Cadena quiso ser bueno, pero la maldad humana y la falaz justicia fueron el agua hirviente que despertó a la fiera. Porfirio Cadena “El Ojo de Vidrio”. La vida ha colocado sobre la cabeza de todas las madres una simbólica “Corona de Lágrimas” lágrimas de angustia por los hijos ausentes, lágrimas de perdón por los hijos ingratos, lágrimas de felicidad por los hijos buenos y honrados, lágrimas de madre que todo lo perdona; con la primerísima actriz Doña Prudencia Greefel.
También usted ha de recordar a Albertico y a mamá Dolores en aquella inolvidable radionovela “El Derecho de Nacer”.
Y por supuesto no podían faltar los comerciales: “Sigue los tres movimientos de FAB, remoje, exprima y tienda. “Ace lavando y yo descansando”, “Colgate-Palmolive fabricantes de Fab le desean cordialmente una feliz navidad”. “Piquetitos, cortaduras, rozaduras, Vitacilina, a que buena medicina”. “Mejor, mejora, Mejoral”. “Soría con Sonrisal”. “Apague la luz y escuche” con el primer actor de habla española Arturo de Córdoba; con Carlos López Moctezuma en el umbral del misterio; las radionovelas donde cada radioescucha inventaba los rostros de los personajes.
Tiempos aquellos que hoy han llegado a nuestra memoria.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.
Garza Inocencio
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo