Conversábamos con él, allí en el portón de la entrada de la Academia Comercial “Cuauhtémoc”, en otras ocasiones lo hacíamos en la dirección de la escuela…
Conversábamos con él, allí en el portón de la entrada de la Academia Comercial “Cuauhtémoc”, en otras ocasiones lo hacíamos en la dirección de la escuela; esas pláticas se efectuaban por la noche, cuando la escuela desarrollaba el turno nocturno y él se retiraba a la hora de salida de los futuros contadores; decía que admiraba a los jóvenes que después de laborar en oficinas en el pueblo, aún hacían el esfuerzo por seguir preparándose.
Nos preguntaba que si en el Plan de estudios de la carrera de Secretario – Contador había alguna materia relacionada con Humanidades o Ciencias Sociales, pues le gustaría dar una plática con “los muchachos” como él se refería a ellos.
Le dijimos que haríamos un espacio dentro de las actividades, para que nuestros alumnos tuviésen la oportunidad de escuchar su docta palabra. Más el destino con sus cronos determinado,, impidió la realización de aquella actividad que hubiese sido sin duda alguna por demás brillante.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.