Y no nos referimos a un programa televisivo precisamente.
Y no nos referimos a un programa televisivo precisamente.
Observamos como diariamente van desapareciendo de nuestro entorno, todos aquellos hábitos y aquellas buenas costumbres que nuestros abuelos inculcaron a nuestros padres y que éstos a su vez nos han legado como su herencia más preciada.
Hoy la vertiginosa velocidad a la que conducen nuestros jóvenes, hoy las cantidades industriales de líquidos ambarino y espirituoso que se consume en una sola noche.
Hoy la búsqueda de la comodidad, en todas sus manifestaciones.
Hoy medios electrónicos que hasta festejan lo que no funciona en la familia. México tienen una riqueza física que no se ha podido terminar en siglos. Parece ser que apenas despuntamos al mundo, más sin embargo tenemos en lo negativo muchos primeros lugares, esperamos que los lugares de oro empiecen a llegar, pues de lo contrario estaremos haciendo poco o nada con la visión futurista de tener un mejor liderazgo.
Los tiempos cambiaron y con ellos las costumbres y las tradiciones, mas no por ello debemos claudicar en buscar de lo bueno. Kant dijo en una ocasión: “El bien debe existir, aunque no haya existido nunca ni en ninguna parte”.
Pero así está el mundo y éstas son Nuestras Cosas.
Hasta la próxima.
Garza Inocencio