Cada año en el mes de enero, un negocio llamado “Odisea 85” me hace llegar un bonito “calendario” de hojas desprendibles, en las cuales encontramos: historia, ciencia, recetas de cocina, frases célebres, filosofía, etc.
Ese calendario dista mucho de aquellos que conocimos cuando niños y los que llamábamos “cromos”; en donde aparecía un charro montado a caballo y con bandera tricolor, o la hermosa lanchera de Xochimilco, o el príncipe azteca, o el paisaje campirano.
Cada día son menos los negocios que entregan “almanaques” a sus clientes y amigos; y con muy justificada razón.
Hoy muchos de los calendarios, los cromos o los almanaques como quiera usted llamarlos, ya no se regalan ni se dan, como prueba de ellos tenemos los calendarios de los artistas. ¡Se venden!
Pero así está el mundo y estas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.