Hoy a unas horas de que este año se vaya de nuestras manos, de este año que para muchos dejó amargos sinsabores, por la pérdida de algún ser querido. Para otros, un año lleno de alegrías y de prosperidad, porque pudieron realizar sus metas y coronar sus sueños.
En este día, queremos reflexionar sobre el trabajo, sobre aquellos que lo tienen y superan sus necesidades muy apenas o casi apenas pueden subsistir.
Y también aquellos, que pasando mil vicisitudes al principio; con problemas económicas, raciales y de idioma fueron capaces de levantarse y levantar a su familia en una tierra extraña; con costumbres nada afines, en medio de estrictos reglamentos y conviviendo a veces en lugares quizás inhóspitos.
Hoy reconocemos el esfuerzo de todos aquellos que no han olvidado a los suyos y que jamás han renegado de su origen, cuando reflexionamos sobre los “emigrados” como en otro tiempo se les llamaba, tenemos que sentir lo común con nuestra vida, porque sus historias, aunque se desarrollen… allende el Bravo, son y seguirán siendo las nuestras.
Pero así está el mundo y éstas son ”Nuestras Cosas” .
Hasta la próxima.