Hay mentiras que tienen su origen en el atractivo que ejerce la imaginación, principalmente en los juegos y en las narraciones espontáneas, estas mentiras se llaman fantásticas.
Existe otra mentira que tiene por raíz la vanidad, el deseo de ser admirado o envidiado o bien para que se ocupen de él, a ésta se le llama mentira morbosa.
Una forma de esta mentira morbosa es la “mitomanía” o sea el impulso invencible de referir falsedades, aun cuando no existe ningún motivo que lo justifique.
Otra más es la mentira egoísta, aquella que decimos con una excesiva consideración para nosotros.
También está la mentira tendenciosa, aquella que nos permite hablar bien de los que nos convienen y mal de aquellos que aborrecemos.
Una más, la mentira heroica que consiste en dar informes falsos, para evitar que alguien sea castigado.
Como podemos observar, en esta vida, nada es verdad o es mentira, todo depende del cristal con que se mira.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.