Si hablamos de hoy, ella es una chiquilla traviesa y si hablamos de ayer, ella era una chiquilla malcriada, hoy decir travieso o traviesa es decir que es muy inquieto, que le sobran energías, que es hiperactivo, de otra manera en algunas o muchas ocasiones justificamos los malos hábitos.
Ayer no éramos inquietos, ni hiperactivos, simple y llanamente éramos malcriados y como tales recibíamos las reprimendas y castigos al tamaño de nuestra desobediencia.
Ella era una chiquilla “malcriada”, no tenía tiempo para pedir las cosas “por favor”, o cerrar la puerta, o decir “gracias”, o solicitar permiso.
Pero luego, empezó a ir a la escuela, empezó a cerrar las puertas, a decir con permiso, a decir gracias, caminaba por la casa, ya no corría derribándolo todo.
Ella fue a la escuela, aprendió algo de orden y disciplina y le preguntamos después ¿Te enseñó todo eso la maestra? ¡No! Fue su rápida respuesta, mi maestra hace las cosas bien y nosotros la imitamos. Los hábitos no se compran, los hábitos no se venden, simplemente se dan con el ejemplo.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.