Las fundas bordadas…..la época de la máquina de coser, sí, la época de aquellas máquinas de coser de pedales marca “Singer”.
Aquéllas máquinas de las cuales delicadas manos femeninas hacían del trabajo “artesanal”, verdaderas obras maestras llenas de colorido y en general de gran belleza.
Después vinieron las máquinas de coser con motor y tanto éstas como aquellas fueron parte de aquella industria que diera prestigio a Sabinas Hidalgo y que por ende también muchas jóvenes sabinenses tuviesen un ingreso económico permanente con que ayudar al sostenimiento de muchos hogares.
Los sábados eran los días de raya, y muchas jóvenes y por supuesto bonitas salían a la calle, llevando el producto elaborado de una semana de trabajo, sí eran alrededor de veinte pares de fundas hermosamente bordadas para entregarlas en negocios especiales dedicados a su venta, como el de la señorita Elvira Viejo por la calle Juárez, el negocio de don Gerónimo Valle en el barrio del Aguacate y en el cruzamiento de Iturbide y Degollado el negocio del señor Chuy Acevedo.
Mucho nos falta por hablar de este tema, peor hoy solo queremos recordar a las jóvenes bordadoras de Sabinas Hidalgo y sus alrededores, quienes plasmaron en su trabajo, sí en su trabajo de bordado verdaderas obras de arte, y que al paso del tiempo muchas de esas obras perduran en muchos hogares sabinenses.
Pero así está el mundo y estas son Nuestras Cosas.
Hasta la próxima.