Cuántas veces él, ella o yo hemos perdido algún dinero, o un anillo, o unos aretes o una esclava de oro, en fin, cosas que por sí mismas tienen un valor, pero perder una cosa material no es nada.
Cuántas veces él, ella o yo hemos perdido la salud, algunas veces se recupera y en otras ocasiones no es posible, perder la salud es perder ya algo.
Y aconteció que un día Jesús entró a una barca con sus discípulos y les dijo pasemos al otro lado del lago y partieron, mientras navegaban él se durmió y poco después se desencadenó una tempestad y sus discípulos lo despertaron diciéndole ¡Maestro! ¡Maestro! que perecemos. Despertó él y reprendió al viento y a las olas y cesó la tempestad y les dijo ¿Dónde está vuestra fe?
Cuando se pierde un dinero, no se ha perdido nada, cuando se pierde la salud se ha perdido algo, pero cuando se pierde la fe, se ha perdido todo.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.