Era originario de Villaldama y vivía en una Quinta llamada “Gloria”, ésta se encontraba al sur del Panteón Español, a donde se podía llegar por un angosto camino que iniciaba allí donde estaban unos gallineros que pertenecían al señor Acevedo. Dicha Quinta pertenecía a la familia Longoria de Nuevo Laredo.
Él y su esposa Chita eran quienes cuidaban aquel lugar en el que había aguacates de varias clases y de buena calidad, había naranjos, nogales, manzanos, perales y otros árboles frutales. Él vendía el producto de la huerta en la frutería “La Victoria” de los hermanos Castillo que se encontraba en Iturbide y Degollado.
Usaban un carretón tirado por una mula como medio de transporte; también llevaba cajas de aguacate para su venta a la ciudad de Villaldama, por aquel camino entonces de terracería donde se llevaba buena cantidad de horas para llegar. Al regresar venía cargado de diferentes clases de pan: semitas, molletes, hojarascas, empanadas, coyotas, chorreadas, polcas y más; así también traía para su venta sillas y mecedoras tejidas de palmito por hábiles artesanos. La vida de aquel hombre era un trajinar constante y a quien siempre se le veía con una sonrisa a flor de labio y contando siempre “chascarrillos”. Hoy viene a nuestra memoria Don Pedro Garza Ugarte, a quien muchos conocieron como “Pedro Taquillas”. Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.