La posadas navideñas empezaron el dieciséis del presente, y ellas son acompañadas por los cánticos, los caramelos en forma de bastones, las piñatas, los cacahuates, las colaciones, los cohetes y los “cuetes”, el bonachón viejo de la barba blanca y del atuendo rojo.
Sí, toda una gran celebración que año tras año los pueblos recuerdan y que aquí en México el pueblo no sólo celebra sino siente; sí, siente el amor a los suyos y le da más calor en esta época al hogar, en pocas palabras hay más “leña en la hoguera”, y requerimos por lo anterior, más dedicación y entrega a los nuestros; en esta época en que el frío cala más, en esta época en que las luces multicolores hacen que llegue a nuestro interior una mayor tranquilidad, busquemos ayudar a los demás.
La Navidad es el espíritu de “dar”, tal vez un dar material o un dar espiritual; no pasemos por alto este momento, solidaricémonos con los que poco o nada tienen.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.