En este día de eso ya hace cuarenta y un años, que unimos nuestras vidas con el vínculo del matrimonio.
Hoy a cuarenta y un años de distancia, tiempo que nos ha permitido reflexionar acerca de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que aún podemos ser.
Fácil es decirlo, pero han transcurrido alrededor de quince mil días, en que hemos compartido alegrías, en que hemos superado tristezas y problemas; y en los que también hemos podido asimilar una experiencia, que nos ha dado fuerza y seguridad para continuar.
Los días han transcurrido y el espacio es el mismo; ayer estábamos solos, y hoy después de muchos años volvemos a estar solos, es decir, estamos como empezamos, nuestros hijos se fueron a formar su hogar y hacer su vida, y tú y yo nos quedamos aquí en el lugar que nos tocó vivir, para continuar la senda de la vida hacia el final.
Gracias por el tiempo y el espacio que me has brindado y en el cual hemos caminado juntos.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.