La Urbanidad, la Ayuda Solidaria, la Veracidad, la Honestidad…
Recuerda usted al pasar por enmedio de dos personas que estaban platicando había que decir "Con Permiso".
Recuerda usted que hacerle un "mandado" a un vecino era casi una obligación, traerle el pan, la leche, llevarle la tina al molino, etcétera, y recibir sólo a cambio unas "gracias".
Recuerda usted cuando se llegaba tarde a la escuela, había que decir al maestro la verdad sin excusas.
Recuerda usted cuando era alumno de primaria y se escuchaba en la puerta del salón de clases una voz infantil que decía ¿Quién perdió un lápiz? ¿Quién perdió un lápiz? Para que nos lo entregaran, si lo habíamos perdido, había que decir el color, el tamaño, si tenía o no borrador, etcétera, pero un pequeño objeto como tal, como es un lápiz, hablaba de un valor.
La Urbanidad, la Solidaridad, la Veracidad, la Honestidad, son algunos de los muchos valores que se nos inculcaron hace tiempo y no precisamente en la escuela, sino se nos inculcaron en la casa y los aprendimos no porque nos eran señalados, sino que observábamos el estricto cumplimiento de los mismos, mediante el ejemplo de los mayores.
Hoy algunos señalan que los valores deben ser reforzados en la clase de Ciencias Sociales, estamos de acuerdo con su reforzamiento; pero los valores que como su nombre lo indican son símbolo de lo valioso, deben transmitirse a las nuevas generaciones, en la célula fundamental de la sociedad, que es la familia, y su transmisión deberá llevar como material didáctico: El ejemplo.
Pero así está el mundo y éstas son "Nuestras Cosas".
Hasta la próxima.