Lo que a continuación leerás, es una reflexión sobre como las personas sin sentir ni darse cuenta de pronto sufren de ANSIEDAD que los orilla al SUICIDIO o al AISLAMIENTO, en el mejor de los casos, de sus familiares y parientes. Juan TRANSPORTISTA es un ser imaginario que bien puede ser un hombre, una mujer, niño o niña sin importar la edad de estos.
Cuando el ser humano se “adueña” de los problemas que se le presentan en su vida diaria y no los suelta, porque los adopta como de su propiedad abriéndole la puerta al primer trashumante “la PREOCUPACIÖN”, y se la echa a cuestas llevándola al trabajo, a la escuela, y a todos los lugares que frecuenta alterando lógicamente su sistema nervioso provocando ira, enojo, mal humor, ocasionando problemas donde no los había echando a perder amistades viejas, ancestrales; para dar paso al segundo pasajero “la ANGISTÍA” que ni tarda ni perezosa se apodera de la mente de la persona haciéndola imaginar hechos y cosas que en la realidad no existen pero a fuerza de estarle dando y dando vueltas en el cerebro se llaga a pensar que lo que imaginamos es cierto; otro viandante que nos echamos a cuestas es el “ESTRÉS” como consecuencia de la ausencia del sueño que se niega a ayudarnos a reparar las fuerzas desgastadas con el trajín del día y las preocupaciones que nos NEGAMOS dejar a un lado; pero amigo (a) mío sé de quien nos puede ayudar a sobrellevar estas cargas tan pesadas que nos agobian y nos devastan Él, se llama JESÚS y nos dice “POR NADA ESTEN AFANOSOS, ECHEN SOBRE MI SUS CARGAS QUE YO OS HARE DESCANSAR” porque nadie puede añadir ni siquiera un codo a su estatura por mucho que se afanen.
PROFESOR JUAN OMAR HERNANDEZ LUNA
Miembro de la AESH