No, no es la poesía aquella que dice “Y ahora ya no tomo manque me lleven los pingos” lo que quiero es tratar de contar lo que un amigo me platico, que tratando de buscar amistades en distintos y variados lugares, nunca los hallo, pues todos los que se le acercaban, o él se acercaba, mientras traía algún dinerito para pasar el rato en forma agradable y amena, era bien recibido pero terminaban por estafarlo o simplemente robarlo cuando ya lo veían con unas copas de más.
Si al menos entendiéramos la mayoría de los que de alguna manera nos gusta libar para festejar algún acontecimiento o simplemente liberar el estrés por el trabajo realizado e hiciéramos caso a las suplicas de las madres, esposas o hijos de que ya no es como antes que podías amanecer en la calle o permanecer en algún sitio con los amigos o compañeros de trabajo sin ningún peligro más que de las caídas propias del borracho chocando con las paredes o postes que se atreven a atravesarse en el camino; pero esto difícilmente se puede dar ya que no tiene chiste tomar en la casa pues ahí no podemos mentir ya que ahí están los que nos conocen y saben que muchas veces no se cumple con el gasto del hogar menos se pueden comprar carros, ranchos, o cuanta cosa se nos ocurre y que quien nos escucha por dentro estará diciendo “sigue presumiendo mientras sigas pagando las chelas, dale gas”.
Hay veces que es necesario hacer un alto en el camino y recapacitar para valorar lo que se tiene y se puede perder por ejemplo la Familia o los amigos que verdaderamente lo son y que en muy raras ocasiones estos llegan a tres porque no basta tener AMIGOS hay que SER AMIGO.
PROFESOR JUAN OMAR HERNÁNDEZ LUNA
Miembro de la AESH