Categoría: Lo que el tiempo se llevó
La Orografía

En nuestro municipio, no hay un lugar más alto, que son: esos cerros de Santa Clara. El pico debe de estar, sobre los mil quinientos metros sobre el nivel del mar.
Seguir leyendo¡Qué calor!

Cuando era apenas un jovencito subía al techo de la casa y ahí dormía, los días calurosos del verano te motivaban hacer eso, el calor dentro de las casas era sofocante, al pasar por calles, por las noches al salir del cine o bien venir de la plaza para tomar el rumbo del barrio encontraba puertas abiertas con una silla o mecedora atravesada, dejando pasar el refrescante aire de la noche joven, si acaso once de la noche, el ladrido de los perros, el foco en el poste
Seguir leyendoLa Educación Primaria (Remembranzas)

La Secretaria de Educación Pública tiene establecido cerrar el periodo de primaria, de los seis (6) años cumplidos a primer año, hasta los doce (12) años, que es cuando ya se esta en sexto. Seis años que, cuando se tiene esta edad se nos quedan grabados. Una serie de eventos más comunes a los que éramos sujetos durante esos años, muchos ya han caído en desuso, por el progreso y la evolución en la educación.
Seguir leyendoLa Placita de la Anexa
Resulta de que las mañanas del alba temprana había que enfilarlas hacia aquel nuevo centro escolar, orgullo de todos los Sabinenses ya que estaba recién inaugurado (1955-56) el centro escolar José S. Vivanco Primaria, Secundaria y Escuela Normal juntos.
Los primeros años de primaria todo nuevo es cierto, nos hicieron llevar una silla propia de cada casa, por que los bancos todavía no llegaban, el área de descanso o recreo que nos correspondía era en el lado oriente de dicho centro escolar, todo desértico una sola barda allá en el fondo, limitando los desfiladeros que dan al río, más un robusto árbol de comas, ahí por en medio del patio.
Seguir leyendoEl Mezquite
Siempre he tenido la idea de que los árboles son como almas y que nos contemplan. El mezquite de mi barrio siempre estuvo ahí pegado al piso, amarrado al suelo, como queriéndote decir saben que soy de aquí y de aquí no me muevo.
Su sombra siempre nos favoreció para descansar de los ajetreados juegos de beis-bol que ahí realizábamos, su goma imaginaba que era como lagrimas que le salían cuando le golpeaban su grueso tronco.
La Iglesia de Guadalupe

Cuando se inicio la construcción de la Carretera Nacional , por las orillas del pueblo, en 1926, esta condición estaba prácticamente jalando hacia un lado el centro de la ciudad, hacia uno de sus lados, hacia el oriente, por motivos socio-económicos, los habitantes comenzaron a habitar todas las orillas o colindancias que estuvieran junto a la Gran Vía. Era algo similar como cuando en el siglo pasados la de estar avecinando con las acequias que cruzaban el poblado.
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