Francisco J. Echazarreta

Una expedición

Francisco J. Echazarreta

En el arroyo que llaman de “Pereyra” y que atraviesa toda el área boscosa de nuestro ojo de agua, árboles y maderos centenarios, bajan las cantarinas aguas en épocas de lluvias, luego y siguiéndola por el plan del arroyo, te internas, subiendo en inclinada cuesta hacia la parte superior de los cerros de Santa Clara.

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La calle piedra (La calle más natural del pueblo)

Francisco J. Echazarreta

La calle más natural del pueblo, me refiero con esto en lo amplio de la avenida, la amplitud se la dio la naturaleza. Aquí sucedió lo mismo que le pasó a la ciudad de México con sus amplias avenidas, y es que la antigua Tenochtitlán, fundada en una laguna, tenía sus canalones de navegación quedándole así los trazos como actuales calles. Igual le paso a este brazo del Río Sabinas.

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Aquel amigo de infancia… (Los Ensayos de una Tragedia)

Francisco J. Echazarreta

Desde que nací, siempre he visto los autos en la plaza principal, cuando circulan, ir en contra de las manecillas del reloj. El tráfico siempre ha sido controlado así. Bajar por Mina, voltear en la calle Ignacio de Maya y tomar Porfirio Díaz para por ultimo tomar la calle Hidalgo y así formar el giro. Siempre en el sentido contrario a las manecillas del reloj. Como queriendo regresar el tiempo, como queriendo dejar todo igual.

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Los emigrantes

Francisco J. Echazarreta

La población, en cuanto a su número y a su composición por edades, no sólo evoluciona por el juego combinado de la natalidad y la mortalidad, sino que además por los movimientos de salida y de entrada de individuos en ellas. Estos movimientos poblacionales en el espacio son los que conocemos con el nombre de corrientes migratorias.

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Formación Primaria

Francisco J. Echazarreta

Cuando uno asiste a nuestro bosque natural, que es el manantial inagotable (espero que por muchos siglos) que nos mantiene en estos solares y me refiero a el área de ese ojo de agua y luego prolongado por el paseo de la Turbina, uno puede “Admirar” como se encuentra casi cortada de tajo la montaña, que uno observa .

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