“Échate este trompo a la uña”
(refrán popular)
Había unos trompos Americanos, nos llegaban del vecino país de Estados Unidos de América, con un diseño extraño para los que aquí veíamos. Un molote grande en la cabeza para amarrar la cuerda primero, regordetes, eso si con la punta pulida “rebajada” o trabajada, como que ya de fabrica venían así. Los colores iguales de un solo color y todos uniformes es decir de un solo tamaño estandarizados… tal ves reflejando las costumbres “Anglosajonas” mas… los trompos mexicanos, parecen ser como nuestro país, unos grandes, unos medianos, unos miniatura, al “venderse” todos revueltos en un cajón. … de diferentes tamaños y colores, unos con rayas rojas, azules, amarillas, dándole un colorido folklórico, la cabeza chiquilla y pescuezona a diferencia de los trompos Americanos, la punta picuda y burda… cuando recién comprados los trompos mexicanos,
Se tenían clasificados…este es “pajita”…este es “chillador”… este lo quiero para dar cancos”…
Había quien, de gran habilidad para bailarlo, lo levantaba con la propia cuerda, o sin que tocara la tierra, lanzándola al aire y jalando la cuerda para caer en la mano.
Aunque había veces, que con tu amiguito, jugabas a los trompos y dabas un “canco” fuerte, pasabas de los “trompos” a las “trompadas”.