En Septiembre de 1964, arrancan las clases en la preparatoria No 5 de Sabinas Hidalgo.
La calle que está a la mitad de la plaza principal por el lado sur toma el nombre de Lerdo de Tejada y al caminar dos cuadras al sur está la calle Ocampo. Ahí se encontraba una casona, la cual ya tenía su historia en educación, pues en 1955 había alojado por unos meses aquí mismo a los alumnos de la Normal, mientras se mudaban al Centro Escolar José S. Vivanco. Dicha casona con sus patios había sido rentada por 300 pesos mensuales.
Las ventanas de la casa, galantemente enrejada, toscos y recios adornos coloniales de un fuerte sabor antañón y romántico.
Parecían dos construcciones en una… porque… la puerta por donde se entraba grandes hojas dobles de madera, a la derecha dos ventanas de un enrejado antiguo del tipo colonial, pero a la izquierda de la puerta, una construcción austera con dos puertas hasta la esquina que en el primer año nunca se abrieron. Luego un corredor corto, a la derecha la dirección a la izquierda una puerta cerrada. Llegar hasta una estancia de sabor antiguo, con vigas de madera en el cielo, a la derecha dos cuartos, el primero como laboratorio de química, el del fondo para tomar la clase. un patio limpio… limitado por una barda perimetral que detrás de esta, existían unos frondosos nogales que por octubre y noviembre de ese año nos regalaron muchas nueces.
LOS PENSAMIENTOS JOVIALES
Al ingresar a la preparatoria los jóvenes en lo general sienten un “paso a la madurez”… de hecho lo es… aunque algunos alumnos lo encauzan por buenas vías, siempre “los distractores” son muchos, así a las afueras de la escuela por las banquetas te ponías a fumar, adoptando una actitud de hombre mayor. Eran los años sesentas, era la época explosiva… la de los disturbios estudiantiles… aquí y en todo el mundo… en ocasiones motivados por algún compañero abandonábamos las aulas, en horas de clases, tomando actitudes rebeldes, la música estridente del Rock que hacia revolucionarnos y caer en eso, en una revolución. El director de la escuela (Dr. Oscar Cavazos I.) preocupado por el buen funcionamiento de la institución envía cartas firmadas por él, a todos los padres de familia notificándoles de la importancia en prestarles atención a sus hijos… a su vez estar atentos a que estos lleven un buen promedio en las calificaciones (VER COPIA).
EL ESPACIO SEGLAR
¿Qué te encontrabas en ruta a la escuela por esos tiempos? (1964) Por ejemplo, El puente sobre el río Sabinas de la carretera, nada mas dejaba pasar un solo auto o camión, por encontrarse con una estructura muy estrecha. La calle Porfirio Díaz tenia doble circulación, los carros iban y regresaban por donde mismo, así como la de Escobedo. Al bajar la calle Porfirio Díaz, empezando a perder ya un poco la belleza que da la juventud, pero eso si defendiendo la virginidad a cualquier costo, las tres Señoritas Garza Pérez (Adelaida, Rozantina y María). Don Adrián Larralde todas las Mañanas barría muy bien la calle, en la esquina, por ambos lados frente a la plaza. Alrededor de la plaza, muchas cantinas, las radiolas tocando, a cualquier hora del día… como en el Bar La Oficina… una del Palomo y el gorrión…
“Toma Elisa el puñal y traspasa”
Una nevería administrada por el Sr. Horacio Cavazos F. (Las Cumbres) arriba de lo que fue el Salón Mutualista con música en inglés… (Los Beatles en su apogeo). Virgilio, uno de los hijos del Dr. Román Garza Gutiérrez, se salía a platicar un poco, con amigos en la plaza, mientras sus hermanos, encerrados en la demencia y su casona de ventanas enrejadas por la calle Hidalgo y Mutualismo.
La figura larga y de pasos acompasados… aquel caballero de la presidencia… el Sr. Manlio Perales G.
El Padre Pedro Morales M. organizando eventos para continuar con la construcción de la nueva Iglesia de Guadalupe.
Todos estos espacios.. y todos estos “recuerdos galopantes”… son con los que te encontrabas por esos días…
CONTINUARÁ
NOTA. Estos papeles amarillentos estuvieron guardados en el ropero de la casa como reliquias de la historia. (EL AUTOR)
