¡Cosas veredes Mío Cid! Pues resulta que un grupo de familiares de Santiago Vidaurri, quien fuera gobernador del Estado en la época convulsa de mediados del siglo XIX, animados y capitaneados por un empresario mueblero y promotor cultural de nombre Francisco Zertuche decidieron construirle una estatua al ¿prócer?
Ahora si estamos lucidos en Nuevo León con la próxima instalación de la efigie en homenaje a un TRAIDOR a la Patria, porque a pesar de los méritos que le han encontrado sus admiradores, no se le quita el estigma, el gravísimo error de haber servido a una potencia extranjera entrometida en los asuntos políticos, militares y económicos de nuestro país.
La trayectoria de Vidaurri y su cacicazgo en el noreste mexicano deslumbra a los estudiosos de la historia regional; un hombre que de ser pagador y escribano de la Compañía Volante de su natal Lampazos, N. L. con paciencia y tesón llevó su carrera política en ascenso hasta llegar a la máxima representación estatal.
Liberal radical en sus inicios terminó al lado de los conservadores y sirvió al imperio de Maximiliano como consejero imperial y ministro de Hacienda; unos días antes de la derrota de las fuerzas imperialistas en el sitio de Querétaro por el ejército comandado por el nuevoleonés Mariano Escobedo, el traidor Vidaurri logró escapar y se dirigió a la Ciudad de México y al ser tomada la capital por el Gral. Porfirio Díaz no cumplió con el mandato de presentarse ante los vencedores, por lo que fue aprehendido y en un juicio sumarísimo fue fusilado de rodillas y por la espalda, bajo los acordes de la canción en boga "los cangrejos".
Bien hacen los directivos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que como perros rabiosos se han tirado a la yugular de los promotores y realizadores de la estatua sedente del apóstata; permitir su colocación en la plaza principal de Lampazos de Naranjo, N. L. es una afrenta a los mejor de nuestra historia, es traicionar los principios defendidos por el Benemérito de las Américas el Lic. Benito Juárez.
Servir a una potencia extranjera en contra de los intereses de los mexicanos es TRAICIÓN y Vidaurri cometió ese indigno acto y lo pagó con su vida; si hojeamos la otra cara de la historia, ni allí encontramos tal estulticia en los marginados de la historia oficial como Agustín de Iturbide y su remedo de imperio, Antonio López de Santa Anna y el despojo de la mitad del territorio mexicano por el imperio vecino o el Gral. Porfirio Díaz, héroe de las guerras de la Reforma e Intervención Francesa, ninguno de los tres sirvió a un país extranjero como lo hicieron Vidaurri, Miramón -uno de los niños héroes de Chapultepec, Mejía y otros ingratos con su Patria.
Nuestra Constitución actual y las antecedentes tipifican muy bien este delito y aun para aceptar condecoraciones del extranjero, es necesario solicitar el permiso respectivo al Senado de la República.
El secretario del ayuntamiento de Lampazos ha dicho que está de acuerdo con la colocación de la estatua, pero podrían hacer un referéndum en la población, no señor Profr. Erasmo Quiroga, no se equivoque, usted, su alcalde, el ayuntamiento y los encandilados por Pancho Zertuche están promoviendo un homenaje perenne a un TRAIDOR.
Por ningún motivo debe permitirse tal acto, los liberales, masones, profesores, historiadores, cronistas y la ciudadanía en general deberán rechazar por todos los medios la colocación de la estatua del TRAIDOR Vidaurri en suelo mexicano.