Monterrey, N. L. fue la tierra donde vieron la luz primera dos hombres excepcionales, dos figuras de renombre internacional cuyo paso por este mundo los hizo trascender y dejar imborrable huella, nos referimos a los dos regiomontanos universales José Servando Teresa de Mier y Noriega, mejor conocido como Fray Servando o el Padre Mier y don Alfonso Reyes Ochoa.
Estos personajes se ganaron a pulso su inclusión, no tan sólo en la historia de Nuevo León, sino en la de México y más aún, lograron rebasar las fronteras nacionales; Fray Servando fue uno de los precursores de nuestra guerra de Independencia, además de ser autor de un veintena de obras de carácter histórico, autobiográfico y crónicas de la actualidad política que le tocó vivir.
Se alude al Padre Mier como el tipo pintoresco, con su bien ganada aureola producto de constantes prisiones y poste-riores fugas, se insiste más en su lado aventurero que en sus méritos como político y escritor; es necesario insistir en el estudio de su obra y pensamiento, desglosar e interpretar sus escritos, su filosofía y praxis política.
En el proceso que se le siguió en 1817, se anotaron las características físicas de Fray Servando:"de 53 años de edad, su estatura dos varas escasas, color blanco rubio, ojos paros, pelo rubio y cejas negras", un escritor del siglo pasado nos dice sobre este personaje:"se hizo notable por su carácter rudo a la par que entusiasta, su genio mordaz, su audacia, de talento y dotes oratorias, llegó a conquistar fama de elocuente predicador. Hombre apasionado, gustaba de la originalidad y esto fue causa de que síguese su carrera por un suelo cubierto de abrojos sobre el cual tuvo que pasar largas y penosas aventuras".
Alfonso Reyes, si bien fue abogado y diplomático en el servicio exterior mexicano, logró reconocimiento gracias a su constante actividad de escritor, ejercicio que inició desde que era adolescente y cuyas obras completas han sido compiladas en una treintena de tomos por el Fondo de Cultura Económica; su pasión por escribir lo llevó a incursionar en la prosa, poesía, narración, ensayo, crónica e historia. Perteneció a un gran número de asociaciones literarias y académicas y las universidades de Nuevo León, California, Tulane y Harvard le otorgaron el grado de Doctor Honoris Causa.
Mucho se habla del brillo de estos dos personajes regiomontanos, pero, lo más importante es acercarnos a sus obras, conocer su pensamiento y valorar el calibre de estos hombres universales; Fray Servando falleció el 3 de diciembre de 1827, en uno de los salones del Palacio Nacional y Alfonso Reyes dejó de existir el 27 de diciembre de 1959.
Importante legado de estos dos personajes ilustres, paradigmas y ejemplos de nuestra juventud; en la actualidad, los hombres y mujeres de Nuevo León reconocidos internacionalmente están en el campo de la industria y de la empresa; ojalá que sigan surgiendo más nuevoleoneses universales en todos los aspectos de la actividad humana.