La apertura de la Carretera Nacional a mediados de la década de los veinte del siglo pasado, trajo consigo el avance en todos los órdenes para Sabinas Hidalgo; poco a poco fueron llegando personas de otros lugares que atraídos por las fuentes de trabajo de los Estados Unidos, pretendían ir al vecino país, unos lo lograron, pero otros, al pasar por nuestra población, decidieron quedarse.
Lo anterior, más el crecimiento natural del número de habitantes, obligó a las autoridades municipales a la búsqueda de un lugar para crear un nuevo asentamiento urbano y en 1932, al alcalde don Enrique Lozano procedió a la urbanización de un terreno ubicado al extremo poniente del barrio de Bellavista, cercano al punto llamado Los Tajitos, limitado al lado sur por una línea que a partir de los compartidores de las haciendas Larraldeña y Floreña, llegara hasta el temporal que fue de Emiliano Ábrego, incluyéndolo.
La autoridades municipales siguientes continuaron repartiendo títulos de propiedad y paulatinamente se fueron estableciendo varias familias.
El 20 de mayo de 1934, más de medio centenar de vecinos solicitaron a la presidencia municipal se le diera un nombre a “ese nuevo poblado que debe ser considerado como comprensión del barrio de Bellavista… para que nos pueda servir en lo sucesivo en nuestras correspondencias con una precisa dirección postal”
Propusieron la denominación de COLONIA LOZANO “cuya designación nos serviría a nosotros, como una demostración de gratitud para el iniciador del establecimiento de esta ampliación residencial a la cabecera del municipio de Sabinas Hidalgo”.
Fue así como surgió la primera Colonia en nuestro pueblo, con tal denominación, en contraste con los tradicionales barrios que aun siguen conservando su nombre, símbolos de identidad y raigambre sabinenses.