El Agente de la Secretaría de Agricultura y Fomento el señor Francisco Saracho asistió a la junta que tuvo lugar en la cabecera del municipio de Sabinas Hidalgo, Nuevo León y en la que participaron los agricultores de la región. Todos ellos se mostraron interesados en la realización de una presa y de una caída de agua artificial para generar energía eléctrica, y desde luego, tras de llevar a cabo un detallado estudio de los planos y especificaciones trazadas por el Ing. Gómez Unda dieron su aprobación, conviniéndose en que el señor Don Manuel García aportaría el 35 por ciento del costo de la obra que ascendería a 150 mil pesos y los demás agricultores el resto.
Plenamente quedó comprobado que las aguas que brotan en el municipio de Sabinas Hidalgo se pierden en un 30 por ciento, pues se filtran entre el cascajo del terreno. Se descubrió además, que las corrientes subterráneas descubiertas a una profundidad de 4 metros y medio, son mayores que las corren sobre la superficie, y ya con esos datos de comprobación, se calculó el volumen que podría captarse llegándose a la conclusión de que se puede provocar una caída de agua permanente, aprovechable para mover una planta de suficiente capacidad para el alumbrado de Sabinas y fuerza motriz destinada a mover molinos y otras industrias que se instalarán.
La misma corriente que se aprovechará para la planta seguirá su curso por medio de canales que la distribuirán sobre una vasta extensión de terreno cultivable.
Esta obra, primera que se emprendía en Nuevo León para la captación de las corrientes subterráneas, se pretendía iniciar a principios del mes de marzo de 1931, habiendo pasado el 19 de febrero de ese año, por Monterrey el señor Don Manuel M. García en unión del diputado Antonio G. Garza, rumbo a la Ciudad de México con el propósito de ultimar algunos asuntos pendientes con el Ministro de Agricultura, Gral. Manuel Pérez Treviño.
También saldría con el mismo objeto, días después el señor Francisco Saracho, quien pretendía darles toda clase de facilidades a los agricultores de Sabinas.
Fuente: Periódico El Porvenir, 20 de febrero de 1931.p.4.