Grandioso fuiste entre todos los maestros.
Inmensa fue tu clara vocación magisterial.
Lograste el cariño y respeto de tus alumnos.
Brillaste con luz propia en tu fructífera existencia.
Elegante, claro y preciso en tus elocuentes mensajes.
Recibiste mucho reconocimientos bien merecidos.
Todos admirábamos tu rectitud y probada honradez.
Obrando siempre guiado por tus limpios principios morales.
Hermano maestro, mucho extrañaremos tu singular presencia.
Elevo a Dios mis oraciones y plegarias.
Rogando que allá descanses en su santo seno.
Nunca olvidaremos tu amplia y vasta trayectoria que dejaste.
Además de ejemplar maestro, extraordinario político fuiste.
Nadie tu acrisolada honradez pudo torcer.
Dejando constancia de un liderazgo nato y honesto.
Entrando y actuando como todo un excelente Alcalde.
Zumo puro de la mejor política social sabinense.
Gracias compañero entrañable, por tu fina y leal amistad.
Ahora que entre nosotros ya no estás.
Recuerdo cuando juntos la Normal Superior estudiamos.
Zubia inagotable de obras y hechos inolvidables.
Adiós para siempre mi querido y estimado amigo…
Profr. Otoniel Arrambide Villarreal
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo.